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Los malos reportes también representaron una reducción de casi 30% de la fortuna de Reed Hastings, su CEO y cofundador
Netflix se alista para el que puede ser su año más difícil desde su fundación. Esto ya se notó el martes, luego de reportar los resultados financieros del primer trimestre en los que la noticia de 200.000 suscriptores menos llevó a su peor caída en la Bolsa de Nueva York, y también la baja más fuerte en cuanto a crecimiento neto desde el histórico de 2011. Pero más allá del impacto que generó el menor crecimiento de la plataforma, ahora los tenedores de su acción y el mercado en general se concentran en dos puntos: las pérdidas de capitalización y cómo afrontará la plataforma los resultados.
En el primer caso, luego que la empresa cayó más de 35% ayer, generó pérdidas en menos de 24 horas de US$46.000 millones para su valor de mercado, sin duda, un primer efecto de los reportes del martes. En cuanto al segundo punto, se estima desde ya que la crisis que podría sumar otra pérdida de 2 millones de usuarios antes de acabar el semestre complicaría las metas de 2022, por lo que en Estados Unidos algunos revivieron el rumor que la compañía está explorando ofrecer una versión de con publicidad, la cual sería de menor precio para aumentar su base de suscriptores.
Por el momento, en cartas a inversionistas se culpó al intercambio de contraseñas entre los miembros de todo el mundo, y al aumento de la competencia de transmisión por presionar el crecimiento de los ingresos.
Precisamente, Netflix proyectó que, además de sus casi 222 millones de hogares que pagan, el servicio se comparte con otros 100 millones de hogares, incluidos 30 millones en Estados Unidos y Canadá; es decir “una base importante que si estuviera cubriendo su membresía con normalidad, daría mejores resultados” explicaron.
Además de la competencia y el intercambio de contraseñas, la empresa detalló que la desaceleración del crecimiento a marzo también reflejó factores como la tasa de adopción de televisores inteligentes, los costos de datos y eventos mundiales, incluido el aumento de la inflación, en gran parte hasta la consecuencia que fue la invasión rusa de Ucrania y la interrupción continua de la pandemia. De hecho, el conflicto en esa parte del mundo le costó un cierre de 700.000 suscriptores en el servicio de Rusia según las estimaciones de Netflix.
Además, el impacto de los resultados del principal jugador del streaming en el mundo fue tal, que la fortuna de Reed Hastings, su fundador, asciende a US$3.700 millones, casi 30% menos que a comienzos de año, según el índice de millonarios de Bloomberg. (Precisamente, otro informe de Forbes, mostró que el CEO de la empresa cerró diciembre con un patrimonio de US$5.100 millones).
Según las cifras de Bloomberg, la pérdida patrimonial de Hastings es la segunda entre los grandes multimillonarios estadounidenses, solo por detrás de Ernest García III, cofundador y cabeza de Carvana, que cayó 58% de su fortuna en el año a US$2.900 millones.
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