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De acuerdo con el último informe de la Ocde, se estima que para 2023 haya un aumento de 2,2% y una inflación general de 8,2%
La economía global se ha debilitado debido a la guerra entre Rusia y Ucrania, la cual ha incrementado los precios de varios productos, materias primas y energía, ejerciendo una presión alcista sobre la inflación que sigue creciendo en todo el mundo, según el último informe ‘Paying the Price of War” de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).
Los economistas de la organización estiman un crecimiento global de 3% en 2022, antes de que se ralentice aún más la economía, mientras que para 2023 proyectan un aumento de 2,2%. Todas las proyecciones muestran que están muy por debajo de lo estimado para este año antes de que iniciara el conflicto bélico en mención, lo que ya deja pérdidas de US$2,8 billones en producción mundial en 2023.
El informe muestra que la guerra ha generado un incremento significativo en los precios de la energía, especialmente en el continente europeo, ya que Rusia es el principal proveedor para la mayoría de países de Europa, situación que ha agravado el panorama en un momento en que el que el costo de vida ya venía creciendo a nivel global por la pandemia del covid-19.
La mayoría de compañías deben pagar por los costos más altos de energía, transporte y mano de obra, lo que ha llevado a que el IPC esté llegando a niveles no registrados desde la década de 1980, por lo cual, los bancos centrales de todo el mundo se han visto obligados a reajustar sus políticas monetarias.
La creciente inflación obligó a la Ocde a reajustar sus proyecciones de crecimiento económico en el mundo. Por lo cual, se estima que el crecimiento anual del PIB se desacelere a 1,2% aproximadamente en Estados Unidos para el próximo año y a 1,4% en Europa, con la posibilidad de que hayan caídas más profundas en varias economías del continente europeo durante el invierno.
Prevé que los precios disminuyan gradualmente hasta 2023 en la mayoría de los países que pertenecen al G20 a medida que se desarrolle una política monetaria más estricta y el crecimiento mundial se desacelere. Se estima que la inflación general se reduzca de 8,2% en 2022 a 6,6% para el siguiente año en las economías del G20, cayendo de 6,2% a 4% para 2023 en los países más desarrollados del mismo grupo.
“La economía mundial ha perdido impulso tras la guerra de agresión no provocada, injustificable e ilegal de Rusia contra Ucrania. El crecimiento del PIB se ha estancado en muchas economías y los indicadores económicos apuntan a una desaceleración prolongada”, dijo el secretario general del organismo, Mathias Cormann.
La reducción del consumo de energía y la diversificación de las fuentes de suministro serán fundamentales para evitar la escasez, que haría subir los costos, dañaría la confianza y, probablemente, empeoraría las condiciones financieras y requeriría un periodo de reducción forzosa del uso del gas.
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Moscú, que ha advertido contra este tipo de acciones, intensificó su amenaza de una respuesta nuclear a los ataques convencionales.
México reportaría su tercer mes consecutivo de contracciones, aunque a una menor tasa. En agosto, el retroceso fue de 0,3%