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Así lo aseguró Mauricio Cruz en diálogo con Gestión. Estas licitaciones se buscarán en el primer semestre
Mauricio Cruz, representante de Odebrecht en Perú, aseguró en diálogo con Gestión que la meta es que algunos contratos con privados se concreten a partir del 2021, pero no contempla participar en ninguna subasta de obra pública por lo menos este año.
Mauricio Cruz, representante de Odebrecht en Perú, aseguró que la compañía evaluará en el primer semestre del año en qué momento se presentarán a licitaciones privadas. En diálogo con Gestión, descartó participar –por lo menos el 2020– en subastas públicas.
Asimismo, adelantó que una posibilidad que se baraja, es que este año se busque a un comprador para las carreteras Interoceánicas y el proyecto de irrigación Olmos, que todavía están bajo su administración. Agregó, que desconoce si como parte del proceso de colaboración eficaz se incluirá otras obras más –de las cuatro que forman parte– ante sospechas del pago de sobornos.“Sí de este proceso (de colaboración eficaz) van a salir nuevas obras, no lo sé informar”, acotó.
(La entrevista con el representante de Odebrecht en Perú fue realizada antes de la decisión del ejecutivo sobre Chavimochic III. Gestión supo que representantes del Gobierno se reunirían con ejecutivos de la concesionaria Chavimochic entre hoy y el lunes para abordar este tema).
–¿Cuál es la situación de Odebrecht en Perú?–
La empresa tiene dos divisiones: la constructora, que no tiene ninguna obra desde fines del 2016 e inicios del 2017 y la otra división es la de concesiones. Son dos negocios que pese hacer parte del mismo grupo tienen independencia legal y jurídica. La constructora desde fines del 2017 se ha dedicado casi exclusivamente a dos asuntos puntuales como son el acuerdo de colaboración eficaz, debido a que la persona jurídica tiene obligaciones que cumplir, por lo que una parte del equipo está abocado a ello y la otra parte en pagar de la mejor forma posible las deudas.
–¿Se cancelaron las deudas?–
La constructora –desde inicios del 2017– cuando fue embargada por la Sunat entró en una crisis de deudas muy fuerte y a lo largo de estos tres años se ha logrado, con el dinero que pudo recibir de las acreencias que tenía con algunos clientes; de algunos pocos bienes y maquinarias que fueron vendidos así como de algún dinero embargado por la Sunat, que pudo ser recuperado, ir pagando a los proveedores y a los trabajadores. Al final de este periodo de tres años, gracias principalmente a la venta de la hidroeléctrica Chaglla, se logró terminar de pagar a casi 3,000 extrabajadores con los cuales teníamos deudas por utilidades y más 300 empresas proveedoras y contratistas.
–¿De cuánto era la deuda?–
No sé exactamente la cifra, pero creo que hemos pagado más de US$ 50 millones. Felizmente hemos logrado pagar a prácticamente a todas las empresas locales pequeñas y medianas y a los extrabajadores. Más del 95% de los acreedores fueron pagados. Todavía hay empresas que son difíciles de ubicar o que tienen que presentar papeles para concretar el pago porque el sistema de compliance prevé un due diligence por lo que pueda que exista una pequeña cantidad que está en la burocracia para cobrar, pero en la práctica están saneadas las deudas con proveedores locales y con trabajadores.
–¿Cómo está subsistiendo la operación de Perú?–
La constructora vivió durante mucho tiempo con el dinero que la matriz de Brasil enviaba. Prácticamente el 2017, 2018 y 2019 la empresa vivió con eso. Con parte del dinero de la venta Chaglla, la concesionaria pagó una deuda que tenía con la constructora, lo que le permitió terminar de pagar a proveedores y trabajadores y se reservó una pequeña parte que es lo que nos sustenta hoy el día a día.
–¿Están viendo la posibilidad de nuevos contratos tomando en cuenta que el acuerdo de colaboración eficaz no limita a Odebrecht de lograr acuerdos con empresas privadas y con el Estado?–
Todavía no hemos empezado a buscar en participar de licitaciones con privados, menos con el Estado. Estamos planeando en qué momento vamos a intentar volver a presentar propuestas principalmente a cliente privados. Actualmente, toda la energía del equipo pequeño que tenemos en Perú está dedicada hasta fin de año en pagar a los proveedores para limpiar todas las deudas. Tenemos aún una deuda muy grande con tres proveedores que fueron parte de los subcontratistas que construyeron el Gasoducto. Son tres constructoras que tienen una deuda ascendente a US$ 180 millones, aproximadamente.
–¿Cuándo se podría concretar este acercamiento con empresas privadas?–
La idea es evaluar en el primer semestre de este año cuando nos presentaremos a licitaciones porque hay que tener en cuenta que presentarse a un concurso tiene un costo. Hacer una propuesta de una obra de infraestructura como las que hacemos tiene un costo de US$ 500,000 o US$ 1 millón a lo que se suma ingeniería y planeamiento, entonces se requiere idear bien para no gastar dinero que hoy es escaso. Pese a que nunca hubo un impedimento de contratar con privados, naturalmente las empresas no tienen la tranquilidad, seguridad y confianza de hacer trato con una empresa que prácticamente no puede suscribir contratos con el Estado. A pesar de que no tenemos la intención –por ahora– de participar en una licitación de obra pública, necesitamos que se produzca en la práctica la rehabilitación y poder contratar con el Estado para que con eso el ambiente sea mejor para ofrecer así los servicios de Odebrecht a un privado.
–¿Podría concretarse a partir del 2021?–
Esa es la meta.
–En el caso de obras públicas, ¿planean presentarse a una licitación este año?–
Definitivamente Odebecht no se va a presentar a ninguna licitación de obra pública este año. Todo lo que pasó en el pasado es un trauma todavía muy reciente y doloroso. Percibimos los actos del Gobierno todavía muy distante de lo que puede ser una rehabilitación real. Pese a que el acuerdo (de colaboración eficaz) rehabilita a la empresa y eso fue aceptado y homologado, el Gobierno Central da muchas señales de que no quiere que la empresa siga contratando.
–¿Y en el 2021?–
No sabemos ya que dependerá de cómo termina el 2020. Para que quede claro, la empresa ha contratado para el desarrollo de obras públicas y privadas –después del acuerdo de colaboración eficaz– en otros países como Brasil, Estados Unidos, Portugal, Emiratos Árabes, Suiza y otros más. Sin embargo, no tenemos claro de qué o cuándo podremos contratar aquí, a pesar de tener acuerdo.
–Debe tener en cuenta que Odebrecht genera desconfianza–
Escucho mucho decir en medios de prensa que no se aceptará seguir trabajando con una empresa corrupta. El tiempo verbal está equivocado, Odebrecht no es una empresa corrupta, fue una empresa corrupta. Seguir diciendo que Odebrecht es una empresa corrupta es un error porque no hay ninguna demostración ni sospecha de que la empresa lo siga siendo. No creo que ustedes hayan escuchado que la empresa participó en un acto ilícito en los años 2017, 2018 y 2019, por lo que decir hoy que la empresa es corrupta es un error. El gobierno de Estados Unidos contrata con Odebecht, el de Brasil, Portugal, Emiratos Arabes, Suiza y otros, entonces la pregunta es ¿por qué el Gobierno de Perú no puede contratar con Odebrecht? Increíblemente la Odebrecht de hoy que está monitoreada por su casa matriz con especialistas del sistema de justicia americano y del sistema de justicia brasilero, con un sistema de compliance nuevo, con auditorías internas, sea una empresa rechazada por todos y muchas veces por los mismos que atraía a la empresa de antes.
–¿Estarían dispuestos a suscribir clausulas anticorrupción u otras especificaciones para que no vuelva a ocurrir lo del pasado si dicen que ya no son una empresa corrupta?–
No solamente estamos dispuestos a suscribir cláusulas anticorrupción, sino que Odebrecht hoy es una empresa que por su sistema de compliance está obligada a suscribir clausulas anticorrupción y además fuimos la primera empresa –por ejemplo– en plantear al Estado peruano firmar clausulas anticorrupción para las carreteras interoceánicas siempre y cuando rija desde el 1 de enero de 2017. Tenemos la seguridad de firmar una clausula en cualquier proyecto, pero que tenga validez a partir de esa fecha.
–Respecto a las concesiones a su cargo como las carreteras interoceánicas y el proyecto de irrigación Olmos, ¿están evaluando venderlas?–
Odebrecht tiene el control y gestión básicamente de las Interoceánicas Norte y Sur, específicamente los tramos 2 y 3; y del proyecto de irrigación Olmos. En algún momento los intentamos vender para pagar la reparación civil y las deudas. Pese a que avanzamos en las negociaciones con varias empresas, lo real es que la oferta recibida no ha sido muy buena, por lo que esperamos que a partir de ahora que hay un acuerdo de colaboración, que está homologado, a lo que se suma que existe transparencia sobre la situación de la empresa, pueda reactivarse el interés. Puede ser que este año se vuelva a buscar a un comprador para estos proyectos.
-¿Se sumarán nuevas obras al proceso de colaboración eficaz?- –Si bien el acuerdo de colaboración eficaz es de cuatro proyectos en las que hubo sobornos, se dio a conocer en junio que otros cinco proyectos también están inmersos en actos de corrupción, ¿de comprobarse ello, habría un nuevo proceso de colaboración eficaz o se sumarían al vigente?–
Del acuerdo de colaboración eficaz y todas sus consecuencias, no estamos autorizados hablar. Ese es un tema que por fuerza de la ley es reservado y solo el Ministerio Público y la Procuraduría están autorizados a hablar sobre ello. Es una respuesta que no podemos comentar.
–Si la cifra de reparación civil aumenta de comprobarse sobornos en estas nuevas obras, ¿tendría un impacto en la situación financiera de la empresa?–
Lo que puedo decir de forma genérica por la experiencia de Odebrecht de acuerdos en diversas partes del mundo –empezando por Brasil, Suiza, Estados Unidos y pasando por varios otros países– es que una gestión, que es usual en caso de reparación civil, es evaluar la capacidad de pago que tiene la empresa que participa en el acuerdo de delación. En caso sea considerado y se tenga en cuenta y haya que sumar cualquier monto al acuerdo de colaboración, se toma en cuenta un análisis profundo de las finanzas y se considera la capacidad de pago. Si el acuerdo con Perú llega a un punto de sumar más reparación civil, nosotros cumpliremos, en caso se siga la evaluación de la capacidad de pago y se establece algo que la empresa pueda pagar. Si es algo que se puede soportar, se hará, pero si es algo que no se pueda soportar, no lo va hacer.
–¿Cuánto puede soportar la empresa?–
No sabemos depende de muchas cosas, incluso de la capacidad que tiene la empresa de volver a trabajar; que pueda dejar de recibir ataques tan agresivos por parte de varios agentes y eso pueda genera un ambiente un poco más calmado para contratar con privados y generar dinero para pagar deudas y reparación civil y a futuro participar de obras públicas para generar recursos para la reparación civil, ósea todo dependerá de la capacidad de trabajar.
–Minjus autorizó en noviembre del año pasado que tres empresas del grupo realicen transferencias al exterior, ¿se esperaría nuevas transferencias este año?–
Todo lo referido al acuerdo de colaboración eficaz, no podemos hacer comentarios.
–El 29 de enero va ser una fecha clave para Odebrecht dado que la asamblea de acreedores de su matriz decidirá sobre el plan de reestructuración, ¿cuál será su impacto en Perú?–
Esperamos que el impacto sea positivo, en el sentido de que si prospera la reestructuración de Odebrecht S.A. y con ella logra sanear su gestión financiera, el estrés que genera hacia abajo en todas las empresas podrá disminuir. Esperamos que el resultado sea positivo para todas las empresas grupo. Felizmente con la venta de Chaglla, la primera cuota de reparación civil ya está pagada, la segunda cuota ya está toda reservada en el fideicomiso y una parte relevante de la tercera cuota. Nos preocupa volver a trabajar para poder generar caja de la tercera cuota hacia adelante.
–En caso de la constructora no logre contratos con privados o con el Estado, ¿está en riesgo el pago de la tercera cuota para delante de la reparación civil?–
Cuando pasamos casi un año tratando de llegar al acuerdo, entregamos la información de la forma más transparente que pueda existir: estados financieros auditados de la constructora en Perú y de la constructora matriz en Brasil de Odebrecht S.A. Hemos sido los más transparentes posible de la situación financiera de la empresa. En teoría para pagar las cuotas de reparación civil que están previstos será suficiente ganar una obra por año con clientes privados.
–Eso siendo optimistas, pero si eso no ocurre, ¿hay un riesgo de que no se cumpla con las cuotas de la reparación civil? –
Alternativamente lo que está planeado es que la constructora pueda vender sus bienes que tiene en el país, que tienen valor. Una parte ellas son las concesionarias en las que tiene participación y el acuerdo de colaboración prevé que de la venta de los bienes se pueda destinar recursos para pagar la reparación civil. Alternativamente si la empresa nunca logra ganar una obra, lo que tendrá que tratar de hacer es vender bienes o concesiones.
–¿No está en riesgo el pago de las 15 cuotas de la reparación civil?–
La empresa espera de aquí hacia adelante tenga un riesgo controlado.
–¿Se esperarían que nuevas obras estén implicados en actos de corrupción o nuevas revelaciones más allá de los incluidos en el acuerdo?–
Yo no conozco los detalles antes de mi gestión. Las personas que estuvieron aquí siguen colaborando con la justicia desde fines del 2016, incluso hay declaraciones en los próximos días. El acuerdo lo prevé. Lo segundo es que la empresa matriz es quien controla los sistemas que se usaron en el pasado, los que también están disposición como parte del acuerdo de buscar documentos y lo seguirá haciendo, entonces existe disposición plena de los exejecutivos y de la matriz para la colaboración. Ahora sí de este proceso van a salir nuevas obras, no lo sé informar.
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