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Castillo debe lidiar además con las discrepancias dentro de su partido marxista y los desafíos en su relación con los militares
Una alianza de partidos de oposición ganó el lunes la elección para encabezar el Congreso peruano antes de que el presidente electo Pedro Castillo asuma al poder, una señal de que el líder socialista tendrá que bregar duro para sacar adelante sus planes de reforma.
Castillo debe lidiar además con las discrepancias dentro de su partido marxista y los desafíos en su relación con los militares, tras la inesperada renuncia del jefe de las Fuerzas Armadas, una señal de que la inestabilidad política persiste en el país minero.
Una lista encabezada por la legisladora del partido centrista Acción Popular, María del Carmen Alva, ganó la elección de la presidencia del Congreso para el periodo legislativo 2021-2022, con el apoyo del partido derechista Fuerza Popular de la excandidata presidencial Keiko Fujimori.
El partido oficialista Perú Libre había presentado una coalición para la mesa directiva del Congreso, cediendo la posibilidad de dirigir el parlamento al no encontrar el apoyo de otras fuerzas políticas. Pero su lista fue rechazada por la junta electoral de la Cámara por fallas de procedimiento.
"El congreso garantizará el equilibrio de poderes que requiere el país", dijo Alva en un discurso tras la votación. "Expreso nuestra disposición para trabajar junto al Gobierno dentro del marco de una diálogo respetuoso (...) terminemos con el conflicto de poderes", añadió.
Tradicionalmente, el partido que gana la presidencia del país encabeza también el Congreso al inicio del gobierno, pero uno de los obstáculos de Perú Libre para encontrar consensos con los partidos en el fragmentado Congreso fue su plan de reescribir la Constitución, una promesa de Castillo y un objetivo que reiteró tras ganar a su rival Fujimori.
"Le aconsejamos a ellos (Perú Libre) que no insistan en dirigir el Congreso para disipar miedos de inversionistas. No quisieron y ahora tampoco tendrán la mesa directiva", dijo a Reuters Yonhy Lescano, excandidato presidencial de Acción Popular que se había reunido con Castillo la semana pasada.
Castillo, un hijo de campesinos de 51 años que busca elevar drásticamente los impuestos a las empresas mineras de cobre para pagar reformas a la salud y la educación, juramentará al cargo de Presidente en el Congreso el 28 de julio, cuando se celebra el bicentenario de la independencia, y luego dará su primer mensaje en el que expondrá su plan de gobierno 2021-2026.
DIVERGENCIAS EN CASA
Otro reto del mandatario al inicio de su mandato será su relación con las Fuerzas Armadas, que según analistas se vislumbra áspera por la percepción de una parte de la cúpula militar de que Castillo podría politizar a la institución.
El fin de semana, el jefe del comando conjunto de las Fuerzas Armadas, el general César Astudillo, presentó su pase adelantado al retiro desde el miércoles, antes de una ceremonia en la que se debe reconocer a Castillo como jefe supremo de las fuerzas armadas, dijeron dos fuentes del Ejército.
"Era conocida, dentro del Ejército, su posición frente al nuevo gobierno. Él (Astudillo) debería estar en el cargo hasta octubre, pero prefiere dar un paso al costado antes de que se produzcan cambios en las Fuerzas Armadas y la Policía", dijo a Reuters el experto en tema de seguridad, Pedro Yaranga.
Ahora la cúpula de la fuerza armada debe proponer el reemplazo del general Astudillo y Castillo ratificarlo.
El presidente electo debe resolver además discrepancias dentro de su partido Perú Libre, después de que legisladores del "ala dura" del grupo han afirmado que no renunciarán al plan de impulsar una asamblea constituyente para una nueva Constitución.
Una asamblea constituyente es posible si se modifica el artículo 206 de la Constitución a través de un referéndum para que los peruanos decidan, según analistas. Pero vista las fuerzas en el Congreso el partido oficialista no tiene apoyo suficiente.
Pero el fundador de Perú Libre, el exgobernador y médico Vladimir Cerrón -un declarado admirador de los gobiernos de izquierda de Cuba, Venezuela y Bolivia-, dijo el sábado que su partido no tolerará un "boicot" a esa reforma en el Congreso.
"Compatriotas, de un parlamento oficial jamás se hace una revolución, la revolución se hace con el parlamento extraoficial, con la calle, con las organizaciones del pueblo", dijo Cerrón con la mano alzada durante una reunión partidaria.
"Es el partido que tiene que organizar la resistencia. Y si el gobierno se desvía, es el partido que tiene que rectificar la línea", afirmó en tono desafiante el político de izquierda.
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