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Patricia Bullrich ocupó el tercer lugar en las elecciones celebradas el fin de semana.
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Si bien no habló 100% de un respaldo al libertario, comentó que ya superó las diferencias con el candidato de Libertad Avanza
La candidata a la presidencia de Argentina Patricia Bullrich dijo que ha superado sus diferencias con Javier Milei de cara a la segunda vuelta de las elecciones que se celebrarán el 19 de noviembre, aunque no se pronunció abiertamente a favor del libertario.
Bullrich caminó por una línea muy fina en sus declaraciones formuladas el miércoles tras quedar tercera en las elecciones generales del pasado 22 de octubre, lo que dejó fuera de la carrera presidencial a su partido promercado tras obtener solo 24% de apoyo. Milei logró 30% de los votos emitidos, lo que lo sitúa en segundo lugar, por detrás del ministro de Economía, Sergio Massa, después de que el candidato oficialista liderara con 37% de los sufragios.
“No podemos ser neutrales”, dijo Bullrich a la prensa en Buenos Aires. “El país está en riesgo”.
Bullrich arremetió contra el legado de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, líder simbólica del movimiento peronista, y advirtió que el futuro de su propio partido está en juego si el Gobierno sigue en el poder. “Si gana el kirchnerismo, Juntos por el Cambio va a una disolución total”, dijo Bullrich.
Los mercados no reaccionaron a sus comentarios, y los bonos extranjeros con vencimiento en 2035 del país apenas variaron tras sus declaraciones. Las operaciones de la deuda argentina fueron mixtas el miércoles, mientras los inversores buscan señales sobre quién apoyarán a los partidarios de Bullrich en la segunda vuelta del 19 de noviembre. El tipo de cambio paralelo conocido como contado con liquidación se fortalecía alrededor de 3%, situándose en torno a 880 pesos por dólar.
El apoyo tácito de Bullrich —negociado en una cena en Buenos Aires en la que también participó el expresidente Mauricio Macri, según el diario La Nación— hace a Milei más competitiva frente a Massa. El economista libertario, que promete dolarizar la economía y cerrar el banco central de Argentina, se estancó tras el sorpresivo resultado en las primarias que lo convirtió en el favorito de cara a los comicios del domingo pasado.
Al mismo tiempo, la postura de Bullrich pone a su coalición en grave riesgo de ruptura dada la animadversión contra Milei de los miembros más moderados de la alianza que gobernó Argentina entre 2015 y 2019 bajo Macri. Tras reiteradas preguntas de los periodistas sobre el futuro de la alianza, Bullrich dijo que su apoyo era una decisión “individual” y que otros representantes del partido tienen la libertad de elegir otras opciones políticas.
Otro candidato clave es Juan Schiaretti, gobernador de Córdoba, la segunda provincia más poblada de Argentina. Obtuvo casi 7% de los votos, más de 900.000, y no está claro a quién respaldará, si es que da su apoyo a algunos de los candidatos. Schiaretti fue visto como un candidato centrista proempresarial más cercano a Massa que a Milei, pero su Córdoba natal votó abrumadoramente en contra del candidato peronista, que allí solo obtuvo 13% de apoyo.
La candidata de izquierda Myriam Bregman terminó con 3% de los sufragios emitidos el domingo. Es probable que todo ese apoyo vaya a parar a Massa.
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