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El líder socialista, de 51 años, afirmó en su discurso inaugural como gobernante que no pretende estatizar la economía
El socialista Pedro Castillo asumió el miércoles como presidente de Perú con un discurso en el que anunció profundas reformas e impulsar una nueva constitución, pero en el que insistió en que no busca “estatizar” la economía del país minero.
Castillo, un profesor de primaria e hijo de campesinos, juró el cargo el día en que Perú celebra el bicentenario de su independencia, y cuando el país enfrenta asuntos urgentes como el letal brote de covid, la reactivación de la economía y la desconfianza en el sistema político.
El líder socialista, de 51 años, afirmó en su discurso inaugural como gobernante que no pretende estatizar la economía, como advirtieron muchos de sus rivales políticos, y que buscará las reformas “con responsabilidad”.
Si bien el tono de sus primeros comentarios fue moderado, Castillo anunció que su Gobierno tratará de sacar adelante proyectos mineros que contribuyan más a la economía local y a un mayor gasto fiscal para educación y salud, con reglas claras.
Los planes de Castillo, adelantados durante su campaña electoral, han sacudido a la elite económica después de más de tres décadas de políticas favorables al mercado que han convertido al país en un refugio relativamente seguro en la volátil América Latina.
A diferencia de anteriores presidentes que tenían conformado su gabinete a víspera de su toma de mando, Castillo ha mantenido bajo llave la conformación de su equipo.
La oficina presidencial informó que el jueves se juramentará al primer ministro y el viernes a todos los miembros del gabinete.
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