Kuczynski, el primer presidente en salir por caso de corrupción de Odebrecht

Justo un día antes de enfrentar su segunda moción de vacancia en el Congreso en tres meses, Pedro Pablo Kuczynski, presentó su renuncia a la Presidencia de Perú. El mandatario abandonó su cargo tras la publicación de una serie de videos por parte del partido de Keiko Fujimori, líder de la oposición, en los que se denuncia la supuesta compra de votos de congresistas para salvarse de la remoción de su cargo.

Horas antes de conocerse la noticia de su dimisión, la firma calificadora Fitch Ratings había mantenido la calificación crediticia de Perú en ‘BBB+’ con perspectiva estable, a pesar del conocimiento de su posible destitución. Fitch aseguró que independientemente de los desafíos de gobernabilidad que tiene el país, que siguen siendo un riesgo hasta 2021, la inversión minera, la inversión pública para la reconstrucción de inundaciones y los Juegos Panamericanos de Lima 2019 impulsarán un crecimiento económico de 3,5% en Perú para este año.

La economía peruana es la que ha logrado mayor crecimiento en el último tiempo entre las pertenecientes a la Alianza del Pacífico. Así lo demuestra el incremento de su PIB en 2,5% en 2017, frente a 2,30% de México, 1,80% de Colombia y 1,50% de Chile. Sin embargo, Mario Mongilardi, presidente de la Cámara de Comercio de Lima (CCL) había mencionado en declaraciones recogidas por el Diario Gestión de Perú, que si se daba un resultado negativo en la moción de vacancia que debió llevarse a cabo hoy, ”la inversión probablemente se retraerá esperando la perspectiva de ejercicio de un siguiente gobierno”.

Eric Tremolada, doctor en derecho internacional y relaciones internacionales, menciona que “la situación económica de Perú es estable y seguirá siendo estable, sin perjuicio de la dinámica política derivada de la renuncia y por supuesto de la oposición”. El experto asegura que “la dinámica económica no va a variar, aunque siempre hay ciertos movimientos de inversiones que se ven ralentizados por la incertidumbre política”.

Kuczynski había tenido que enfrentar su primera moción de vacancia en diciembre de 2017 cuando fue requerido para explicar sus vínculos con Odebrecht, los cuales había negado y desmentido ante la Comisión Lava Jato, sin embargo, la oposición reveló documentos que dan cuenta de pagos de la brasileña a Westfield Capital, firma de banca de inversión que pertenecía a Kuczynski. En esa ocasión eran necesarios 87 votos para su destitución, pero finalmente la votación cerró con 78 votos a favor, 19 en contra y 21 abstenciones entre las que estuvo la de Kenji Fujimori, y algunos integrantes de su bancada, dando así la sorpresa que salvó al entonces presidente de su destitución. Tras esto, el presidente dio indulto humanitario al expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), quien cumplía una condena de 25 años en prisión.

Fue hasta febrero de este año cuando el exjefe de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, contó a fiscales peruanos sobre la entrega de dinero para las campañas electorales del mandatario. Para Carlos Arévalo, profesor de la maestría de derecho internacional de la Universidad de la Sabana, “este tema debe ser abordado como regional. La colaboración judicial en los casos Odebrecht tiene que darse con cooperación. Colombia es de los países más crudos en esto”.

Este año, el Congreso peruano había aprobado una moción de vacancia por mentir sobre sus relaciones con la empresa brasileña, cuando se demostró que pagó cerca de US$800.000 en honorarios a Westfield Capital cuando Kuczynski ejercía como primer ministro de Alejandro Toledo. La moción iba a ser llevada a cabo hoy, sin embargo con la renuncia el vicepresidente Martín Vizcarra asumirá el cargo.

Andrés Venegas Loaiza
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