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Realizar una elección interna para elegir a un candidato presidencial es una novedad para el peronismo, que ha gobernado Argentina durante 28 de los últimos 40 años
Los líderes de la dividida coalición gobernante peronista de Argentina mantienen la puerta abierta para que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se postule a la presidencia en las elecciones de este año, en lo que equivaldría a un impactante giro político.
En una cumbre del partido el jueves por la noche convocada por el presidente Alberto Fernández en Buenos Aires, la coalición peronista no logró apoyar a un solo candidato antes de las elecciones generales de octubre. En medio de severas luchas internas, índices de aprobación a la baja y una estrategia económica que no logra controlar la inflación del 99%, el grupo insinúa en cambio participar en una elección primaria con múltiples candidatos peronistas en lugar de presentar un candidato, a pesar de ser el partido de gobierno.
El principal es el mecanismo institucional “para incluir la participación de los partidos y sintetizar las diferentes visiones de un proyecto común”, dijo el partido en un comunicado el viernes por la mañana.
Realizar una elección interna para elegir a un candidato presidencial es una novedad para el peronismo, que ha gobernado Argentina durante 28 de los últimos 40 años. Si bien Fernández ha insinuado que buscará un segundo mandato, se enfrenta a un importante rechazo de los grupos que apoyan a su poderoso vicepresidente.
“Las perspectivas para la coalición gobernante parecen sombrías”, escribió Daniel Kerner, director general para América Latina de Eurasia Group, en una nota a los clientes el viernes. “Es un entorno difícil para un titular, las condiciones económicas probablemente se deteriorarán y carecen de buenos candidatos”.
En diciembre, Kirchner anunció que no sería candidata luego de que jueces federales la condenaran por cargos de corrupción, le prohibieran ocupar cargos públicos y la sentenciaran a seis años de prisión. Como vicepresidenta y jefa del Senado de Argentina, goza de inmunidad. Aún así, su ala de la coalición le pide a gritos que reconsidere su candidatura y argumenta que el fallo de la corte equivale a una prohibición política. Kirchner no asistió a la cumbre, ni se pronunció hasta el viernes por la mañana.
“Tenemos la responsabilidad de tomar las acciones necesarias para impedir que se prohíba a nuestra socia, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuyo liderazgo y potencial electoral no podemos quitarle”, según el comunicado de la coalición.
Los peronistas recuperaron el poder en las elecciones de 2019, pero han luchado por gobernar junto con Kirchner y sus leales criticando a menudo a Fernández y sus ministros. En su declaración del viernes, los líderes de la coalición criticaron a los partidos de derecha por los problemas económicos que heredaron y culparon a la pandemia y la guerra en Ucrania de exacerbar la situación.
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“Hay un pesimismo ideológico de los grandes empresarios en este país”, dijo el mandatario. La frase generó varias reacciones entre los gremios del sector productivo
