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El CEO de Intercorp dio a entender que esta evaluando la conveniencia de mantener su alianza con la colombiana de última milla. “No estamos en el juego de solo pensar que algún día veremos cómo se monetiza esto”
Rappibank, el joint venture entre Interbank y la colombiana Rappi, podría estar cerca de ver su final. Al menos así lo dio a entender Luis Felipe Castellanos, gerente general del banco peruano -propiedad del conglomerado Intercorp-, en un conference call con analistas para presentar los resultados del último cuarto de 2022.
La alianza nació de un acuerdo estratégico entre la firma de última milla y la financiera para entrar en el negocio de la banca digital, tal como funciona en Chile entre la app y el gigante Itaú Unibanco; en Colombia con Davivienda, y en México con Banorte.
Se trata de una cuenta digital que brinda la opción de hacer transferencias interbancarias a través de un número de celular y cuya estrella es la tarjeta de crédito que, por su uso, devuelve un porcentaje por las compras y no cobra membresía.
Sin embargo, a dos años de que la apuesta viera la luz en el mercado peruano, sus resultados no han sido los esperados. En el primer año, Rappibank apostaba a colocar 60.000 plásticos en circulación y solo consiguió poner en el mercado 55.000 unidades. En el segundo periodo, cuando proyectó que cuadruplicaría sus usuarios, tampoco lo logró.
Esto fue solo el preludio de lo que se venía. A la iniciativa se le complicó el escenario y tuvo que, a mediados del año pasado, entrar en un proceso de reestructuración de su modelo de negocios y desvinculara a una parte de su fuerza laboral. Además tuvo que cambiar uno de los elementos más atractivos de su oferta: el cashback, que pasó de devolver hasta el 3% de la compra a solo el 1%. En aquella oportunidad, se argumentó que la decisión se debía a condiciones del mercado.
En este escenario, el máximo ejecutivo de Intercorp dijo que está “dispuesto a matar (algunos emprendimientos) si no vemos la tracción esperada”.
“No estamos en el juego de solo pensar que algún día veremos cómo se monetiza esto; Seremos disciplinados en fijar objetivos”, dijo Castellanos apuntando directamente a RappiBank.
Reconoció, además, que lo mantienen como “una iniciativa muy pequeña” al no lograr éxito y aseguró que ya no hablan de eso “porque todavía no hemos podido darle forma”, añadió Castellanos.
Ya el año pasado había adelantado, en otra conversación con analistas, que habían sufrido algunos contratiempos y que por eso tuvieron que replantearse el negocio. Además mencionó que el problema de fondo tenía que ver con la rentabilidad a través de las tarjetas de crédito.
“No estamos teniendo mucho éxito en aquellos clientes que están usando la tarjeta de crédito. Toman los beneficios que se tienen mediante el uso de la tarjeta, pero, pero estamos teniendo problemas para hacer que eso se mantenga como un préstamo. Las personas están pagando sus montos completos por lo que es algo costoso”, señaló.
Para el gigante peruano, en tanto, la apuesta por las apps se mantiene. Hace tan solo dos semanas, anunció la compra de la aplicación de entrega rápida Jokr por parte de su filial InRetail, como parte de su estrategia por consolidar y fortalecer sus líneas de negocios.
Una posible vía
Si bien el mercado se mantiene analizando el cómo encajan estas piezas en el puzzle de la estrategia de Intercorp, ya hay quienes se aventuran a sacar algunas conclusiones.
Para Cesar Romero, analista de Rent4, la adquisición de Jokr en momentos en los que se evalúa la alianza con Rappi no es un hecho aislado. “Tendría más sentido que tanto esto como la expansión de la base de datos de Intercorp sea a base de la última adquisición, esto a fin de establecer una estrategia directa que permita sinergias con otras operaciones del grupo”.
Por eso mismo es que ve que “lo más probable es que se vean esfuerzos por buscar unir Jokr con Interbank”, estimó el experto.
Y explicó que la gran dificultad de la alianza con Rappi tuvo que ver con que se cambió el core del negocio de la app, pasando de los márgenes utilizados por cada compra para rentabilizar a un modelo de tasas de interés por financiamiento.
“Rappi buscó distribuir hasta 100 soles por cada nueva tarjeta, entre el nuevo cliente y la persona que lo refería, así como cashbacks de hasta 5% por consumo. Esto aumentó los costos iniciales, dado que los clientes de esta app son de corto plazo, a compras directas. Por su parte, los financiamientos eran cortos, por lo cual no pudieron rentabilizar con periodos largos de intereses”, remató.
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