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Los amplios estudios exigidos por la agencia medioambiental brasileña Ibama pretenden determinar el impacto "social, cultural y medioambiental" sobre los pueblos indígenas de la perforación en la cuenca de Foz do Amazonas
La petrolera estatal brasileña Petrobras debe realizar una serie de estudios sobre el impacto en los grupos indígenas de la zona amazónica de las perforaciones costa afuera previstas en las inmediaciones para analizar la viabilidad del proyecto, según una agencia federal y documentos de organismos gubernamentales.
Los amplios estudios exigidos por la agencia medioambiental brasileña Ibama pretenden determinar el impacto "social, cultural y medioambiental" sobre los pueblos indígenas de la perforación en la cuenca de Foz do Amazonas, parte del llamado Margen Ecuatorial.
La exigencia de nuevos estudios formaba parte de un conjunto de documentos enviados por el Ibama a Petrobras el 17 de abril, y vistos por Reuters.
La exigencia es un nuevo obstáculo en los intentos de la empresa por perforar un pozo exploratorio a unos 175 kilómetros (110 millas) de la costa más septentrional de Brasil, en medio de una resistencia cada vez más dura por parte de los líderes indígenas locales del estado de Amapa.
Todos los estudios y requisitos solicitados por el Ibama en el ámbito del licenciamiento ambiental y de acuerdo con la legislación vigente fueron atendidos por la empresa, dijo Petrobras en un comunicado, añadiendo que está abierta a incorporar nuevas solicitudes que sean necesarias.
La empresa ha afirmado que la perforación en la región no tendría "ningún impacto directo" en las comunidades indígenas y argumentó que ya había pasado el momento de exigir una consulta formal con ellas.
El presidente ejecutivo de Petrobras, Jean Paul Prates, ha declarado que espera comenzar las perforaciones en la zona este mismo año.
Sin embargo, es probable que los estudios adicionales tarden al menos seis meses, según una persona cercana a la agencia brasileña de asuntos indígenas Funai.
Eso puede retrasar aún más los planes de exploración de la cuenca de Foz do Amazonas, en el océano Atlántico, considerada la frontera más prometedora de Brasil para la prospección de petróleo porque comparte geología con la costa de la cercana Guyana, donde Exxon está desarrollando enormes yacimientos.
Hace un año, el Ibama denegó a Petrobras una licencia para perforar en la zona, alegando posibles impactos sobre grupos indígenas y el sensible bioma costero. Días después, Petrobras recurrió la decisión, y desde entonces espera la respuesta del Ibama.
En octubre, el Ibama pidió a la Funai que se pronunciara sobre el asunto antes de decidir sobre el recurso. En diciembre, Funai propuso al Ibama que exigiera varios estudios más para evaluar los impactos, según una nota del gobierno.
El 17 de abril, el Ibama envió el memorando a Petrobras, notificando a la empresa que debía atenderlo.
"El entendimiento del Ibama es que Petrobras debe atender estas demandas", dijo la agencia en una declaración a Reuters, añadiendo que una decisión final sobre el recurso sería imposible sin ello.
La Funai se negó a dar un plazo sobre cuánto tiempo llevarían los estudios, añadiendo que depende del calendario establecido por Petrobras y una consultoría contratada para los estudios, que serán presentados a los pueblos indígenas.
El memorando de la Funai de diciembre esbozaba los requisitos de un estudio para evaluar cómo afectaría el proyecto a las comunidades indígenas y a sus costumbres, a la flora y fauna locales y a la actividad económica de la zona, que culminaría en un "Análisis de Viabilidad".
La Funai dijo que si el proyecto se considera "viable", los estudios se utilizarán para proponer "medidas para mitigar, controlar y compensar los impactos, si fuera necesario".
La decisión del Ibama de exigir el estudio propuesto por la Funai es una victoria para el Consejo de Caciques del Pueblo Indígena de Oiapoque (CCPIO), un grupo que representa a los 8.000 indígenas de la zona.
Desde 2022, el CCPIO ha denunciado los efectos de las actividades de Petrobras en la región sobre las comunidades indígenas, y ha exigido una consulta formal de 13 meses sobre sus opiniones acerca del proyecto.
El coordinador de CCPIO, Cacique Edmilson Oliveira, considera la decisión regulatoria una victoria, dijo a Reuters por teléfono, añadiendo que los estudios proporcionarán a las comunidades indígenas una mayor comprensión sobre lo que está sucediendo.
"Creo que es importante disponer de estos datos", afirmó Oliveira. "No correremos el riesgo de sufrir ningún daño".
Dijo que la petrolera tendrá que tener en cuenta que las tierras indígenas costeras podrían verse amenazadas por las perforaciones, aunque el plan sea buscar petróleo mar adentro.
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