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Según analistas las labores que vendrán después permitirían que durante el cuarto trimestre, se dé un crecimiento de 2,4%
Aunque la economía de Estados Unidos está afrontando el paso de la tormenta tropical Harvey, que va camino a convertirse en el segundo tormenta más caro de ese país, la reconstrucción que traería consigo ayudaría a las metas del gobierno de Donald Trump de lograr un crecimiento de 3%.
Según analistas consultados por Bloomberg, las labores que vendrán después de la tormenta permitiría que durante el cuarto trimestre entre octubre y diciembre, se dé un crecimiento de 2,4% en el PIB del país, el cual durante este segundo trimestre creció 3% según informó el Departamento de Comercio estadounidense, y que está a unos pasos de la proyección que dio el presidente Donald Trump.
“Normalmente cuando se dan estos fenómenos naturales la destrucción es muy difícil de cuantificar antes, y si a eso le sumamos que Estados Unidos está en un limbo económico y político al no tener una inyección de capital fuerte por parte de Donald Trump, esto le va a tomar más trabajo al país”, analizó Diego Franco, presidente de Franco Capital Group.
Según el Departamento de Comercio estadounidense este repunte del PIB estuvo impulsado por la revisión al alza del gasto de los consumidores y tuvo un crecimiento comparado con el primer trimestre que se ubicó en 1,2%.
Aún son varios los sectores que se encuentran en la cuerda floja como causa de la tormenta, como el petrolero que, según Goldman Sachs Group Inc, podría seguir perdiendo terreno por las interrupciones que han sido causadas por la tormenta.
Port Arthur de Motiva Enterprises LLC, la más grande refinería de Estados Unidos, es un claro ejemplo de las consecuencias de la tormenta pues cerró por completo su planta de producción de 603.000 barriles por día (bpd) por lo que se reduciría la capacidad de producción al nivel más bajo presentado desde 2008 en ese país, sumado a que otra refinería que podría llegar a detener sus actividades es Galveston Bay de Marathon Petroleum Corp que se ha quedado sin crudo por interrupciones en el oleoducto.
“La reconstrucción para el país será más complicada al no tener inyección de capital fuerte por parte de su presidente”.
Con estas afectaciones del ciclón, que volvió a tocar tierra en el sur de Luisiana, el petróleo y el gas alcanzaron sus niveles más altos desde 2015, ya que según Reuters “a las 10:51 GMT el crudo referencial Brent perdía 23 centavos, a US$51,77 por barril, mientras que el petróleo en Estados Unidos caía US$25, a US$46,19 por barril”.
Pero este no es el único sector que se ha visto afectado, pues Jan Schulte, director de modelación de gas natural de Thomson Reuters, manifestó que otra de las industrias con afectaciones es la del gas ya que “la producción ha bajado un 1.800 millones de pies cúbicos al día (Bcf/d), a unos 71 millones de pies cúbicos al día (Bcf/d), en comparación con un promedio de 30 días de 72,8 millones de pies cúbicos al día (Bcf/d) debido a los cierres en el Golfo de México y la reducción de la producción en tierra en Texas”.
Pero Schulte aclaró que el impacto podría llegar a ser mayor por la demanda de gas que se utiliza como materia prima en aquellas plantas que han sufrido inundaciones y como resultado han sido cerradas.
El Presidente insiste en su plan de bajar impuestos
En un discurso en el que busca encontrar apoyos para su reforma tributaria, Trump aseguró que todavía está pensando en disminuir el impuesto a las sociedades a 15%. “Debemos reducir la tasa impositiva de las empresas estadounidenses para que mantengan empleos en Estados Unidos y compitan por los trabajadores aquí”, aseguró el mandatario. La rebaja es esencial para recuperar su ventaja.
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