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El país se abre a las remesas en criptoactivos para evitar comisiones de empresas financieras que suelen estar cerca a 7%, o tener que esperar tres días hábiles por el dinero
A medida que Venezuela se recupera de una de las crisis económicas más graves de su historia, más familias están recurriendo a un salvavidas poco convencional: las criptomonedas.
Las remesas, o pagos en efectivo de familiares que viven en el extranjero, se envían tradicionalmente a través de bancos internacionales o empresas financieras minoristas como Western Union o MoneyGram, que suelen tener tarifas de transacción elevadas de hasta 7%. Con la volatilidad del bolívar y una serie de restricciones gubernamentales, y con transferencias que demoran hasta tres días hábiles en completarse, la velocidad a menudo le da la ventaja a las criptomonedas.
En la última década, Venezuela se ha convertido en uno de los principales países suramericanos que dependen de las remesas. Tras la crisis migratoria que ha afrontado, alrededor de 30% de los hogares venezolanos comenzaron a recibir remesas, según un estudio de Diálogo Interamericano. La cantidad transmitida a través de criptomonedas probablemente alcanzó un récord de 9% de todo el dinero enviado a casa el año pasado, es decir US$9 por cada US$100, según datos de Blockchain Chainalysis.
Según la Plataforma de Coordinación Interinstitucional para Refugiados y Migrantes de Venezuela, más de 7,7 millones de migrantes y refugiados han huido de Venezuela en la última década. Para ponerlo en perspectiva, 6 millones de personas han abandonado Ucrania desde 2022 y 5 millones más han huido de Siria desde 2011.
En los últimos dos años, la población inmigrante venezolana en Estados Unidos ha crecido exponencialmente, con casi 300.000 migrantes llegando al país el año pasado.
El éxodo ha afectado a ciudades estadounidenses como Nueva York y Chicago, aumentando las expectativas de que la inmigración podría ser uno de los principales factores decisivos para las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
El siguiente paso para muchos migrantes después de establecerse es ayudar a quienes dejaron atrás. El año pasado, los venezolanos recibieron más de US$5.400 millones en remesas, lo que constituye al menos 6% del producto interno bruto, según Inter-American Dialogue. Eso es casi 75% más que la cantidad enviada en 2021. Más de US$461 millones de las remesas en 2023 se realizaron a través de criptomonedas.
La migración masiva se produce tras un importante colapso económico , marcado por una inflación descontrolada y una escasez generalizada de alimentos y medicinas. Eso fue lo que impulsó a Carlos Espinoza a mudarse a Argentina en 2018.
Espinoza, cuyo nombre ha sido modificado para la seguridad de su familia, había usado criptomonedas durante muchos años antes de migrar.Ahora envía remesas comprando tether en Binance y depositándolo en bolívares en su cuenta bancaria en Venezuela, a la que sus padres tienen acceso.
“Es la manera más fácil que he encontrado de enviar dinero a mi familia y también ahorrar dinero en otra moneda afectada por la hiperinflación. cuando ganaba en pesos argentinos, los transfería a cripto para que no perdieran valor”, añadió.
Si bien las criptomonedas son atractivas en el ámbito de las remesas en Venezuela, el método está plagado de riesgos. Los precios de las criptomonedas fluctúan enormemente, lo que significa que la cantidad recibida puede variar significativamente de la cantidad enviada.
Las incertidumbres regulatorias agregan otra capa de riesgos. Las plataformas peer to peer se han vuelto populares entre los venezolanos. Tienen la opción de intercambiar criptomonedas a tasas de mercado, a menudo eludiendo los controles de cambio oficiales.
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