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Mark Carney, primer ministro de Canadá
Mark Carney, ordenó una revisión del contrato del país con la estadounidense Lockheed Martin Corp, para la compra de aviones de combate
El nuevo primer ministro de Canadá, Mark Carney, ordenó una revisión del contrato del país con la estadounidense Lockheed Martin Corp para los aviones de combate F-35, un nuevo frente en la disputa entre las dos partes en respuesta a los aranceles y la retórica expansionista del presidente Donald Trump.
Horas después de asumir el cargo el viernes, el ex banquero pidió al ministro de Defensa, Bill Blair, que trabajara con las fuerzas armadas y su departamento "para determinar si el contrato del F-35, tal como está, es la mejor inversión para Canadá, y si hay otras opciones que podrían satisfacer mejor las necesidades de Canadá", dijo un portavoz del Ministerio de Defensa por correo electrónico.
El acuerdo de US$13.200 millones para adquirir 88 F-35, que reemplazarán la anticuada flota de aviones de guerra canadienses, se concretó en 2023, tras la victoria de Lockheed sobre Saab AB y Boeing Co. El contrato está dividido en tramos y Canadá ha asumido un compromiso legal de financiación para los primeros 16 aviones.
El acuerdo no se ha cancelado, pero Canadá debe "asegurarse de que el contrato, en su forma actual, beneficie a los canadienses y a las Fuerzas Armadas Canadienses", añadió el portavoz. Blair hizo estas declaraciones por primera vez en una entrevista televisada con la Canadian Broadcasting Corp. el viernes.
Un portavoz de Lockheed Martin dijo que la compañía valora su "sólida asociación e historia con la Real Fuerza Aérea Canadiense y espera continuar esa asociación en el futuro", calificando al F-35 como "el avión de combate más avanzado, con mayor capacidad de supervivencia y conectado del mundo, que permite la seguridad del siglo XXI y la disuasión aliada".
“Las cuestiones sobre la adquisición del F-35 por parte de Canadá deberían ser abordadas mejor por los gobiernos de Canadá y Estados Unidos”, agregaron.
Canadá enfrenta una creciente presión para cumplir su compromiso de destinar 2% de su Producto Interno Bruto a defensa, en medio de las quejas de Trump sobre la dependencia del país de Estados Unidos. La profunda integración de Canadá con Estados Unidos, en un momento en que Trump ha impuesto elevados aranceles y amenazado con imponer una "fuerza económica" para convertir al país en el estado número 51 de EE. UU., complica dicho objetivo.
Durante la carrera por el liderazgo del gobernante Partido Liberal de Canadá, Carney dijo que Canadá debería reorientar su presupuesto militar en lugar de depender de Estados Unidos.
“Gastaré el dinero de defensa en Canadá, no 80% que este gobierno ha gastado en Estados Unidos hasta ahora”, dijo durante un debate de liderazgo en febrero.
Saab había ofrecido previamente construir sus cazas Gripen E en Canadá. La empresa tecnológica sueca no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios fuera del horario laboral habitual. Las acciones de Saab han subido 72% desde principios de 2025.
Según informes, otros países también están reconsiderando alternativas a los contratistas estadounidenses. Portugal está considerando opciones para reemplazar sus cazas F-16, y el ministro de Defensa saliente, Nuno Melo, mencionó "la previsibilidad de nuestros aliados" y se refirió a "la reciente postura de EE. UU. en el contexto de la OTAN" como factores a considerar, según un informe publicado el jueves.
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