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Las compañías han enfrentado demandas por despidos injustificados en Chile, por lo que decidieron adelantar cambios estructurales
Más de 225.000 personas emplean en conjunto los grupos Cencosud, Falabella y Ripley en América Latina, según datos de las propias compañías chilenas a junio de este año. La cifra representa una fuerte reducción de 15% en la plantilla laboral (equivalente a 39.423 personas menos) desde el peak que registraron al segundo trimestre de 2013, cuando estos conglomerados llegaron a sumar 264.824 trabajadores.
Luego de consolidar sus operaciones locales, las empresas iniciaron su internacionalización en los 90, llegando a nuevos mercados como Perú, Colombia y Brasil, además de Argentina e incluso México. No obstante, desde hace unos años comenzaron a optimizar sus operaciones en Chile y en el exterior, lo que ha involucrado el despido de miles de trabajadores.
Las empresas han debido enfrentar una serie de demandas por supuestos despidos injustificados en Chile. En sus respuestas, las compañías han coincidido en que han debido realizar profundas restructuraciones ante la mayor competencia (de firmas como Mercado Libre) y el incremento de las ventas a través de internet producto de la pandemia. Y, para peor, en los últimos meses, las ventas se frenaron tras los registros históricos que evidenció el comercio por los retiros parciales de los fondos de las AFP y los bonos del Estado.
A la fecha, las reestructuraciones han involucrado miles de despidos, con el objetivo de tener menos trabajadores por metro cuadrado en las salas de venta.
El grupo Cencosud, controlado por la familia Paulmann, es el que evidencia la mayor caída en su número de empleados: ha reducido 27% su plantilla de trabajadores en más de una década. A junio de este año, contabilizó 113.739 trabajadores, repartidos por Chile, Argentina, Brasil, Perú y Colombia, mientras que en 2013 llegó a emplear a 155.014 personas, lo que equivale a 41.000 empleados menos respecto a la situación actual.
“El país se ha enfrentado a una fuerte desaceleración económica en los últimos meses, todo lo cual ha provocado una baja en las ventas que implican prescindir de los servicios de muchos trabajadores”, dijo la compañía al contestar una de las demandas en su contra por despido injustificado el pasado 17 de julio.
“Diferentes áreas de Cencosud S.A. están en plan de reducción de personal y de reestructuración dado, principalmente a nivel de ventas y de centro de cajas, por los cambios en la economía del país y, por otra parte, por el cambio de modelo que se ha impuesto en atención a los clientes”, añadió la compañía.
Por esto, la defensa del conglomerado sostiene que los despidos no son improcedentes, sino que se deben a un plan de reducción de personal y de reestructuración que ha debido implementarse dado el aumento de costos y disminución de ingresos. “Esto hace necesaria una reestructuración interna a fin de poder mantener el negocio, pero, con un modelo diferente que es adecuado a los nuevos tiempos, a la economía actual y, a la actitud de los clientes”, añadió la empresa.
Reducción de costos
El grupo Falabella -controlado por las familias Solari, Del Río y Cúneo- llegó a emplear 101.605 personas a junio de 2019, repartidas en Chile, Perú, Colombia, Argentina, Brasil, Uruguay, México, India y China. Luego, su plantilla bajó a poco más de 89.000 trabajadores a mediados del año pasado.
En los últimos doces meses, la compañía sumó 2.060 personas, principalmente en sus operaciones en Perú, llegando a un consolidado de 91.744 trabajadores al cierre del segundo trimestre de este año.
En Chile, la compañía empleó a casi 52.000 personas a mediados de 2019, cifra que bajó a 46.870 trabajadores a junio de este año. En respuesta a una de las acciones en su contra, Falabella Retail (la multitienda) presentó un escrito, el pasado 23 de agosto, donde explicó los despidos en Chile.
“Al existir un número menor de ventas y, por consiguiente, de clientes, hemos tenido que reducir y adecuar la dotación general de la empresa en sus distintos puestos de trabajo, para poder afrontar los costos”, sostuvo.
Y añadió: “Ante el aumento de las compañías que prestan los mismos servicios, los bajos resultados obtenidos en los últimos meses(...), se hacía necesaria esta reestructuración interna (...). La empresa ejerció sus derechos en cuanto a organizar, dirigir y administrar la misma en los términos que la hagan más viable, competitiva y rentable, aplicando nuevos modelos de atención y de funcionamiento, reduciendo puestos de trabajos”.
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