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La diferencia cambiaria con Argentina ha provocado un fuerte impacto en los comercios
Una iniciativa privada plantea organizar el trasiego diario de personas en los pasos de frontera mediante cupos
La diferencia cambiaria con Argentina ha provocado un fuerte impacto en los comercios uruguayos ubicados próximo a los cruces de frontera de Fray Bentos, Salto y Paysandú.
Distintos relevamientos coinciden en que las ventas han disminuido en esas zonas, especialmente en rubros como el de alimentos que se consiguen mucho más baratos en el país vecino. Incluso, los industriales uruguayos hablan de una “pandemia de frontera”, que señalan debe combatirse con mayor control del contrabando. Este es también uno de los factores que ha incidido en el aumento del desempleo en esas localidades a niveles por encima de la media nacional.
Días atrás, en la Comisión Especial de Frontera con Argentina que funciona en el Parlamento, se presentó un proyecto sobre registro y control de cruce fronterizo, que pretende “mitigar” los efectos de la diferencia cambiaria sobre el comercio y el empleo del litoral, sin necesidad de “cero kilo” o “microimportación”.
Cruce con cupo a Argentina
La iniciativa elaborada por el abogado de Paysandú, Carlos Cabrera, apunta a las personas que van y vuelven en el día a Argentina por los pasos de frontera terrestre.
La idea tiene como eje principal la implementación de un sistema informático basado en el cruzamiento de datos generados por diferentes organismos del Estado. Esto con el objetivo de crear un registro, “organizar” el cruce hacia el país vecino, y “beneficiar” con la diferencia cambiaria a “la población más vulnerable”.
¿Cómo funcionaría el registro?
A partir del cruzamiento de datos, con información aportada por intendencias, Dirección General Impositiva (DGI), Banco de Previsión Social (BPS), Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Aduanas y Ministerio del Interior, se le otorgaría un “puntaje socioeconómico” a cada persona, y se la integraría a un cupo diario de cruce.
“Si yo tengo un vehículo del año 95, no estoy trabajando, no estoy registrado en BPS y estoy cobrando un subsidio del Mides, el cruzamiento de información me va a generar mayor puntaje que a la persona que tiene un vehículo del año 2023, una empresa a su nombre y una propiedad inmueble a su nombre. A consecuencia del cruzamiento de datos, y con ese puntaje, la población más vulnerable tendrá preferencia en un porcentaje de cruce diario”, explicó Cabrera, según la versión taquigráfica a la que accedió El Observador.
A modo de ejemplo, explicó que en un cupo de 1.000 personas por día, 700 cupos estarían reservados “para la población que realmente necesita cruzar”, y 300 cupos estarían reservados para población que “no necesita cruzar”.
El coeficiente estaría dado por el sistema y sería anónimo, únicamente con un número que identificaría a la persona para habilitar el cruce.
“No es una agenda que implique que se vaya a agendar para dentro de tres, cuatro o cinco días o una semana; es para el mismo día o, a lo sumo, para el día siguiente. De esa forma, se organiza el cruce y los que realmente necesitan tendrán prioridad para cruzar y los que no necesitan tendrán que esperar el cupo correspondiente. (…) Se trata de colocar perillas que permitan ir regulando, en función de cómo está la relación con Argentina, para que las comunidades del litoral no sigan padeciendo lo que están padeciendo actualmente”, dijo el abogado.
La base normativa
Cabrera explicó que la base normativa que necesita el proyecto para funcionar ya existe, a través de la ley de Protección de Datos Personales, el Código Aduanero y las resoluciones de la Dirección Nacional de Aduanas, tanto las que ya están vigentes como las que sean necesarias en el futuro.
Control de combustible
El proyecto también incluye el control de combustible, mediante la declaración jurada del vehículo. Al ingresar al área de control, la persona aportaría información respecto a la cantidad de combustible que lleva en el tanque. Eso implicaría que también se comenzara a controlar la salida, de manera aleatoria.
“La idea es que no se controlen los vehículos más añejos o en condiciones que dan a entender que pertenecen a personas de un contexto socioeconómico vulnerable o como quieran llamarlo. La idea es que el control de combustible se realice, sobre todo, a otros vehículos. El algoritmo del sistema va a estar indicando de qué año en adelante serán los vehículos que puedan ser controlados prioritariamente”, dijo Cabrera.
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