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Las multitarias manifestaciones convocaron a 125.000 personas inconformes con las medidas gubernamentales
La jornada de protestas que se tomó las calles de Francia generó enormes preocupaciones para el gobierno de Macron. El gobierno de ese país dijo que esto podría generar una catástrofe económica. Al parecer, las presiones de los manifestantes comienzan a dar resultados.
Las fotografías y videos que circularon por todos los medios de comunicación a nivel mundial fueron enfáticas. Miles de personas en París, Toulouse, Lyon y otras grandes ciudades francesas se manifestaron contra las medidas económicas de Macron. Después de las primeras jornadas de protesta, doblegaron al gobierno frances; hicieron que este redujera las alzas de los combustibles y los carburantes.
La voz de protesta ahora se expande a otros flancos. Dentro de las peticiones de los manifestantes está garantizar mejoras salariales, cambiar las regulaciones pensionales e incluso buscan que el presidente Macron deje su cargo.
Después de realizar un balance de la protesta que se llevó ayer en las calles de Francia, el ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire dijo que "la factura debe ser asumida por el Estado, por la solidaridad y por las aseguradoras".
Otro de los sectores que está muy preocupado por el desarrollo de estas jornadas de movilización social es el de las pequeñas empresas. François Asselin, presidente de este gremio, dijo que las empresas han perdido en seguros más de US$10.000 millones. Dijo que esto podría provocar "numerosas quiebras" en el comercio.
Según reportan varios medios internacionales, la mayoría de las manifestaciones violentas se originó cuando la policía francesa entró en acción. Radio Francia Internacional reportó que en las jornadas de ayer hubo "136.000 manifestantes en toda Francia y 10.000 en París. Alrededor de 1.723 personas fueron arrestadas, mientras que 264 resultaron heridas, entre ellos 39 policías".
Emmanuel Grégoire, adjunto de la alcaldesa de París, dijo que hubo "muchos más daños materiales" en la ciudad que el 1 de diciembre y en un área más amplia, lo que se traducirá en "un costo económico mucho más importante", con pérdidas "colosales".
El medio español Expansión entrevistó a el ex primer ministro conservador Alain Juppé, quien dijo que "esto debe cesar, y en primer lugar el presidente de la República debe hablar y hacerlo rápido y fuerte". Juppé reclamó cambios a los métodos utilizados por los chalecos amarillos para no ser instrumentalizados por el uso de la violencia. Pese a esto, consideró que muchas de sus reivindicaciones "merecen respuesta", y se refirió en particular a las relativas al poder adquisitivo.
Ante la incertidumbre, varios sectores le han pedido al presidente Emmanuele Macron que se comunique con los manifestantes. La cadena Reuters informó que esperan una declaración importante sobre la situación de orden público por parte del mandatario. El silencio de Macron también ha desencadenado en mayores protestas. Para el presidente francés, los 125.000 manifestantes son unos "matones" que quieren imponer la agenda legislativa.
Al parecer, las declaraciones de Marcon tendrán grandes repercusiones en la situación de orden público. “El presidente de la República, por supuesto, hará importantes anuncios”, dijo el portavoz del gobierno, Benjamin Griveaux, en la cadena de televisión LCI.
Trump en campaña
El presidente estadounidense Donald Trump ha utilizado la protesta francesa para hacer campaña política. En una gran cantidad de comunicaciones por twitter, el mandatario ha dicho que las acciones de Macron han sido ridículas. También afirmó que muchos de los manifestantes han dicho "queremos a Trump" y dijo que esto es un claro defecto producto del Acuerdo de París. Con todo esto, el mandatario utilizó los medios electrónicos para debilitar aún más al gobierno Francés.
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