Putin califica como "traición" acciones del Grupo Wagner y advirtió que habrá castigos

El presidente ruso, Vladimir Putin, denunció como "traición" una rebelión de las fuerzas leales al poderoso jefe del grupo mercenario Wagner y amenazó con castigos "duros".

"A lo que nos enfrentamos es precisamente a la traición", dijo Putin en un discurso televisado el sábado. "Las ambiciones desmedidas y los intereses personales condujeron a la traición, a la traición a su país y a su pueblo y a la causa por la que combatientes y comandantes de Wagner lucharon y murieron codo con codo con nuestras otras unidades y divisiones".

Quienes "organizaron y prepararon un motín militar, quienes se alzaron en armas contra sus camaradas, traicionaron a Rusia y responderán por ello", dijo Putin. "Esto es un golpe para Rusia, para nuestro pueblo, y nuestras acciones para proteger a la Patria de semejante amenaza serán duras".

A primera hora del sábado, el líder de Wagner, Yevgeny Prigozhin, publicó un vídeo de sí mismo en lo que dijo eran oficinas militares en la ciudad de Rostov del Don, en el sur de Rusia, que estaban bajo su control junto con el aeródromo local. Estas afirmaciones no han podido ser confirmadas de forma independiente.

Prigozhin dijo que las operaciones del ejército continuaban "con normalidad", mientras acusaba a los jefes de Defensa de encubrir las "enormes" bajas rusas en la guerra de Ucrania que, según él, eran "tres o cuatro veces más" de lo que reconocían los oficiales.

"Todos estamos listos para morir", dijo en un mensaje de audio separado en Telegram, afirmando que Wagner tenía 25.000 soldados involucrados y otros 25.000 que estaban listos para unirse. "Porque moriremos por la Madre Patria, por el pueblo ruso que necesita ser liberado".

El enfrentamiento con el fundador de Wagner marca la escalada más dramática en una larga disputa entre él y el establishment de defensa de Rusia que se ha convertido en el mayor desafío a la autoridad de Putin desde que envió tropas a Ucrania hace 16 meses.

El Kremlin no quiso correr riesgos. Las autoridades anunciaron el sábado un "régimen antiterrorista" en Moscú y sus alrededores, así como en la región meridional de Voronezh. Se reforzó la seguridad en la capital, incluidos los alrededores de los edificios gubernamentales, y se puso en alerta a la policía antidisturbios, según informó el servicio estatal de noticias Tass. Rusia abrió una causa penal contra Prigozhin y el Servicio Federal de Seguridad dijo que estaba tratando de detenerlo.

Putin, que no nombró a Prigozhin en su discurso televisado, dijo que "cualquier agitación interna es una amenaza mortal para nuestro Estado", y estableció una comparación con las divisiones durante la Primera Guerra Mundial que condujeron a la revolución bolchevique de 1917 y a la guerra civil en Rusia. "Es una puñalada en la espalda de nuestro país", afirmó.

Putin discutió la situación con su aliado, el presidente bielorruso Alexander Lukashenko, en una llamada telefónica el sábado, informó el servicio de noticias estatal Belta.

En Washington, el presidente Joe Biden fue informado de la situación. Un portavoz de la Unión Europea declaró que seguía "atentamente" la evolución de la situación.

La rebelión "representa el desafío más importante para el Estado ruso en los últimos tiempos", dijo el Ministerio de Defensa del Reino Unido en una actualización de inteligencia en Twitter. "En las próximas horas, la lealtad de las fuerzas de seguridad rusas, y especialmente de la Guardia Nacional rusa, será clave para saber cómo se desarrolla la crisis".

El Ministerio de Defensa ruso hizo un llamamiento a los combatientes de Wagner para que abandonaran la "rebelión armada", diciendo que habían sido "engañados en la aventura criminal de Prigozhin", en un comunicado leído en la televisión estatal. "Muchos de vuestros camaradas de varios destacamentos ya se han dado cuenta de su error" y se han entregado a las fuerzas del orden, decía.

Aunque Putin cuenta con el apoyo de la jerarquía militar rusa, es difícil evaluar la respuesta de los rangos inferiores del ejército, dijo en Telegram Tatyana Stanovaya, fundadora de la consultora política R.Politik. "Si se da la orden de abrir fuego, ¿cómo reaccionará cada soldado?

Prigozhin, de 62 años, lleva meses acusando al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y a altos mandos del ejército en Moscú de no apoyar adecuadamente a las fuerzas de Wagner que luchan en Ucrania, en particular durante las batallas por la ciudad ucraniana oriental de Bajmut.

El jefe ruso de Wagner critica el resultado de los objetivos de Putin en la guerra de Ucrania

En repetidas ocasiones ha pedido medidas más duras, incluyendo la movilización total y la ley marcial para proseguir la guerra en Ucrania, advirtiendo que Rusia se arriesgaba a la derrota sin ellas.

Durante mucho tiempo, Putin pareció tolerar los arrebatos del mercenario, confiando en sus tropas para luchar en partes clave del frente. Pero su alto perfil irritó a la cúpula militar, que regularmente trató de debilitarlo y marginarlo.

Las tensiones estallaron el viernes, cuando Prigozhin publicó una serie de mensajes de audio en su canal de Telegram en los que juraba "castigar" a los líderes militares rusos por lo que consideraba un ataque con misiles contra una base de Wagner y las pérdidas de "decenas de miles" de tropas rusas en la guerra.

Acusó a Shoigu de supervisar una operación para "destruir" Wagner. El Ministerio de Defensa negó las afirmaciones de Prigozhin sobre un ataque.

Las fricciones habían vuelto a aumentar en las últimas semanas después de que Shoigu fijara el 1 de julio como fecha límite para que todas las unidades de voluntarios firmaran un contrato formal con el Ministerio de Defensa, una orden que Prigozhin rechazó tajantemente. Putin respaldó la exigencia del ministerio durante una reunión con periodistas y blogueros militares rusos la semana pasada.

A primera hora del viernes, el líder de Wagner publicó un vídeo en Telegram en el que acusaba al Ministerio de Defensa de "engañar" a los rusos y a Putin sobre la guerra, al tiempo que cuestionaba las justificaciones del Kremlin para la invasión de Ucrania en febrero de 2022.