Putin impulsa un nuevo orden de seguridad alineado con China para desafiar a EE.UU.

El presidente ruso, Vladimir Putin, expuso su propuesta de una nueva arquitectura de seguridad euroasiática basada en la profundización de la entente de Moscú con Pekín para desafiar el orden posterior a la Guerra Fría en Europa, dominado por Estados Unidos y sus aliados.

El objetivo de Rusia es garantizar “una seguridad y un desarrollo indivisibles que sustituyan a los obsoletos modelos eurocéntricos y euroatlánticos que otorgaban ventajas unilaterales a países individuales”, dijo Putin en una cumbre de seguridad celebrada el jueves en Astaná, Kazajstán. “El resultado de este orden mundial es bien conocido: un número creciente de crisis en todo el mundo, una de las cuales, por supuesto, es Ucrania”.

Putin desencadenó el mayor conflicto de Europa desde la Segunda Guerra Mundial con su invasión de Ucrania en febrero de 2022. Ha exigido en repetidas ocasiones que el gobierno de Kiev abandone su ambición de unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, que se ha ampliado desde el inicio de la guerra después de que Finlandia y Suecia se unieran en respuesta al ataque de Rusia a Ucrania.

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Putin habló un día después de mantener conversaciones en Astaná con el presidente chino, Xi Jinping, quien elogió los lazos con Rusia y reafirmó la posición de Pekín sobre la invasión a pesar de la creciente frustración occidental por su percibido apoyo a los esfuerzos bélicos de Moscú.

La cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai, un grupo regional que incluyó a Irán el año pasado y el jueves agregó a Bielorrusia, aliado de Rusia, a su membresía, destacó las crecientes ambiciones de las potencias antiestadounidenses lideradas por China y Rusia.

Putin ha dado pocos detalles sobre cómo funcionaría su propuesta de nuevo acuerdo de seguridad euroasiático. El mes pasado dijo a funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso que estaría abierto a “los países europeos y de la OTAN también”, aunque dejó en claro que excluiría a Estados Unidos.

Mientras la guerra de Rusia en Ucrania se extiende por tercer año y no se vislumbra un final, Moscú y Kiev observan de cerca el desarrollo de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

La presión sobre el presidente Joe Biden está creciendo para que abandone la carrera de noviembre después de su desastroso desempeño en el debate de la semana pasada contra su rival republicano Donald Trump, quien ahora lidera las encuestas y se ha jactado de que pondrá fin a la guerra cuando tome posesión en enero.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, dijo en una entrevista con Bloomberg Television en Kiev el miércoles que Trump debería presentar su plan para poner fin rápidamente a la guerra con Rusia, advirtiendo que cualquier propuesta debe evitar violar la soberanía de la nación.

“Si Trump sabe cómo terminar esta guerra, debería decírnoslo hoy”, dijo Zelenski. “Queremos saber si en noviembre contaremos con el poderoso apoyo de Estados Unidos o si estaremos completamente solos”.

Trump está considerando un acuerdo con Rusia para poner fin a la guerra, bajo el cual la OTAN se comprometería a no expandirse más al este, incluyendo Ucrania y Georgia, informó Politico esta semana, citando a dos expertos en seguridad nacional alineados con el expresidente.

Putin reiteró su exigencia del mes pasado de que Ucrania se retire de cuatro regiones orientales parcialmente ocupadas por fuerzas rusas como condición para las conversaciones de paz. Según sus propuestas, inmediatamente rechazadas por Kiev y sus aliados estadounidenses y europeos, Ucrania también tendría que descartar unirse a la OTAN.