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La repentina escalada entre las dos potencias nucleares catapultó las tensiones al nivel más alto desde que Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos en enero. El Kremlin dijo que la acción estadounidense causará "un daño considerable" a los lazos entre Moscú y Washington. Estados Unidos señaló que se había esforzado por minimizar el riesgo de causar víctimas rusas en el ataque, que causó la muerte de al menos seis soldados sirios.
El aeródromo de Shayrat fue atacado en horas tempranas del viernes con 59 misiles de crucero Tomahawk lanzados desde el USS Porter y el USS Ross, dos destructores de la Marina estadounidense en el mar Mediterráneo. Estados Unidos dijo que era un ataque limitado contra la base aérea desde la cual se lanzó el presunto ataque químico.
La medida militar de Trump que, según él, era una respuesta necesaria a una "afrenta a la humanidad" después de que más de 70 personas murieran en un ataque de gas venenoso en el noroeste de Siria el martes, emplaza a Estados Unidos y Rusia en una peligrosa disputa, mientras Moscú apoya a Assad después de seis años de guerra civil.
‘Provocaciones’
Rusia suspendió un pacto de cooperación con Estados Unidos destinado a evitar incidentes entre los aviones de los dos países en el atestado espacio aéreo sirio, con comunicaciones mediante líneas telefónicas directas de emergencia entre sus fuerzas armadas.
"Esto es muy arriesgado", dijo Andrei Kortunov, director del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, grupo de investigación con sede en Moscú creado por el Kremlin. "Este acuerdo ayudó a evitar un enfrentamiento militar directo en esta difícil situación. No queremos empezar una Tercera Guerra Mundial".
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov dijo que esperaba que lo que calificó de “provocaciones” no llevaran a “resultados irreversibles”. En declaraciones televisadas desde la ciudad de Tashkent, trazó un paralelo con la invasión estadounidense de Irak en 2003 y acusó a Estados Unidos y sus aliados de intentar sabotear los esfuerzos rusos para lograr un acuerdo de paz en Siria y provocar un cambio de régimen por medio del uso de la fuerza.
Hasta hace poco, Siria parecía ser el único asunto en la cual Putin y Trump estaban seguros de poder encontrar puntos en común. Durante su campaña electoral, Trump había prometido cooperar con Rusia en el combate contra el terrorismo y altos funcionarios han dejado en claro que Estados Unidos ya no busca un cambio de régimen en Siria.
El mandatario estadounidense se vio obligado a actuar después que el establishment antirruso de Washington lo arrinconó y se parece cada vez más a la adversaria demócrata a la que derrotó en las elecciones, Hillary Clinton, dijo Oleg Morozov, ex alto funcionario del Kremlin que ahora es miembro de la comisión de asuntos internacionales de la cámara alta del parlamento.
Siria negó haber utilizado gas venenoso y el Ministerio de Defensa de Rusia culpó a los rebeldes, diciendo que un ataque aéreo sirio hizo impacto en un arsenal químico controlado por la oposición armada. El Kremlin declaró el viernes que el Gobierno sirio no tiene almacenadas armas químicas.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, quien se prevé se reúna con Putin en su primera visita a Moscú la próxima semana, criticó duramente el apoyo de Moscú a Assad, diciendo que "o Rusia ha sido cómplice, o Rusia ha sido incompetente en su capacidad para cumplir" un acuerdo de 2013 por el cual garantizaba que Siria renunciaba a sus armas químicas.
((Lea: Colombia respalda la acción de Estados Unidos contra Siria: Santos))
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