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En su momento el magnate sudafricano pidió a la administración Biden que se deshiciera de los incentivos, citando preocupaciones sobre el gasto público y el déficit
Los últimos descuentos de Tesla calificarán recientemente a uno de sus modelos para recibir subsidios federales que Elon Musk dijo hace años que Estados Unidos debería eliminar.
Al reducir el precio inicial del Modelo X a US$79.990, una reducción de US41.000 con respecto a principios de año, Tesla hizo que el vehículo utilitario deportivo fuera elegible para los créditos fiscales federales renovados por la Ley de Reducción de la Inflación, el proyecto de ley climático emblemático del presidente Joe Biden.
En diciembre de 2021, Musk pidió a la administración Biden que se deshiciera de los incentivos, citando preocupaciones sobre el gasto público y el déficit. En ese momento, los Tesla ya no eran elegibles para los créditos fiscales porque la compañía ya había alcanzado un límite que provocó una eliminación gradual del beneficio.
"Estoy literalmente diciendo: deshagámonos de todos los subsidios", dijo el director ejecutivo durante una conferencia del Wall Street Journal. Cuando se le preguntó si su oposición tenía algo que ver con el efecto que esto tendría en los competidores, Musk respondió: "Tal vez lo necesiten, no lo sé".
Con la Ley de Reducción de la Inflación, Biden descartó un límite a la cantidad de vehículos que cada fabricante de automóviles podía vender antes de que los créditos comenzaran a agotarse. La administración también fijó precios minoristas máximos en US80.000 para los SUV, furgonetas y camionetas eléctricas, y 55.000 dólares para los automóviles.
El Model X de Tesla es un actor secundario en la línea de la compañía, ya que el sedán Model 3 más económico y el crossover Model Y representan 97% de las entregas del primer semestre. El fabricante de automóviles también redujo el precio inicial del sedán Model S a US$74.990, desde US$104.990 a principios de año.
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