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Yellen presentó, hace una semana, planes para un impuesto global mínimo de 21%, más alto que el que se ha discutido en la Ocde
El impulso para reformar los impuestos globales para las empresas cobró más fuerza el miércoles después de que los jefes de finanzas del G-20, alentados por las nuevas propuestas de Estados Unidos, se comprometieran a alcanzar un consenso sobre las nuevas reglas para mediados de año.
Los ministros de finanzas y los gobernadores de los bancos centrales dijeron que están comprometidos a “alcanzar una solución global y basada en el consenso” sobre tasas corporativas globales mínimas y cómo recaudar las ganancias de los gigantes tecnológicos multinacionales.
Un acuerdo podría tener ramificaciones significativas para el mundo, reforzando los ingresos de muchos gobiernos mientras intentan reconstruir sus economías después de la pandemia. Sin embargo, otros pueden oponerse, como señaló Irlanda.
Después de años de disputas durante la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos, las conversaciones para renovar el sistema fiscal global se han acelerado bajo su sucesor Joe Biden. La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, presentó la semana pasada planes para un impuesto global mínimo de 21%, mucho más alto que la tasa de 12,5% en discusión entre casi 140 países en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).
“La secretaria Yellen ha estado haciendo hincapié en la necesidad de establecer una tasa mínima para las empresas multinacionales, esto es coherente con el trabajo que se está realizando dentro del G-20”, dijo el ministro de Finanzas italiano, Daniele Franco.
“El tema de los impuestos internacionales ha estado en el piso durante varios años, y vemos una aceleración en el proceso este año”, agregó.
Impuesto tecnológico
Poco antes de la reunión, el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, dijo a Bloomberg TV que su país está abierto a una tasa superior a 12,5%. También dijo que Francia está sopesando propuestas largamente esperadas de Estados Unidos sobre cómo gravar las ganancias de las empresas de tecnología.
Tal medida compartiría los derechos de gravar las ganancias de empresas como Facebook y Alphabet, y marcaría un avance significativo después de años de desacuerdos sobre el tema.
Sin embargo, el impulso creciente ya se está enfrentando al escepticismo de los países pequeños que han atraído la inversión de empresas internacionales con tasas impositivas bajas. En declaraciones a Bloomberg Television el miércoles, el ministro de Finanzas irlandés, Paschal Donohoe, dijo que se debe prestar atención al tamaño de las economías al establecer nuevas reglas.
"En este momento, el principio de una tasa impositiva efectiva mínima global, tenemos reservas al respecto, de hecho podrían ser bastante fuertes", dijo Donohoe. "Pero queremos escuchar todas las opiniones en relación con esto".
La Secretaría de Estado de Finanzas Internacionales de Suiza dijo que cualquier tipo impositivo mínimo internacional debería ser "moderado" y que no debería haber ni una carrera hacia la base ni una carrera hacia la cima.
Deuda y comercio
Los jefes de finanzas del G-20 también respaldaron una extensión del alivio de la deuda para las naciones más pobres del mundo hasta fin de año, y respaldaron una iniciativa para reforzar los recursos financieros del FMI en US$650.000 millones para ayudar a las economías más vulnerables del mundo a hacer frente a las consecuencias de la pandemia.
Además, dijeron que recuerdan su compromiso de luchar contra el proteccionismo, otra señal de que Estados Unidos está adoptando un enfoque global más cooperativo que bajo la administración Trump.
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