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Ministro de Relaciones Exteriores de Reino Unido, David Lammy
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Las medidas serán el “paquete más grande” contra Rusia desde los primeros días de la guerra, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, David Lammy
El Reino Unido anunciará el lunes un nuevo conjunto de sanciones contra Rusia, destinadas a reducir los ingresos de Moscú tres años después de que invadiera Ucrania.
Las medidas serán el “paquete más grande” contra Rusia desde los primeros días de la guerra, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, David Lammy, en un comunicado.
“Este es un momento crítico en la historia de Ucrania, Gran Bretaña y toda Europa”, dijo Lammy. “Por eso ahora es el momento de que Europa redoble su apoyo a Ucrania, en pos de la paz a través de la fuerza”.
Lammy afirmó que el Reino Unido mantiene su compromiso de proporcionar US$3.800 millones de apoyo militar al año a Kiev, y reiteró el compromiso de Gran Bretaña de proporcionar tropas británicas como parte de las fuerzas de mantenimiento de la paz "si es necesario". Fuera del campo de batalla, el Reino Unido trabajará con Estados Unidos y sus socios europeos para lograr una "paz justa y sostenible", añadió.
La Unión Europea también tiene previsto adoptar formalmente el lunes un nuevo paquete de medidas para aumentar la presión sobre Moscú. Las nuevas sanciones incluyen una prohibición gradual de las importaciones de aluminio, restricciones a docenas de buques de la flota paralela de petroleros de Moscú y la prohibición de que una docena más de bancos accedan al sistema de pagos internacionales Swift, según informó Bloomberg anteriormente.
“Trump quiere llevar a Putin a la mesa de negociaciones, pero esta intención se topará con un muro si excluimos a los ucranianos”, dijo el domingo el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noel Barrot, en la radio Europe1, antes de la reunión del lunes entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y el presidente estadounidense, Donald Trump. “Creemos que para llevar a Putin de buena fe a la mesa de negociaciones y hacer concesiones, tenemos que presionarlo”.
Las nuevas restricciones previstas por el Reino Unido y la UE contrastan con las de Estados Unidos, que ha planteado la posibilidad de poner fin a la serie de sanciones que ha impuesto a Rusia. La semana pasada, altos funcionarios de Estados Unidos y Rusia se reunieron en Riad para una primera ronda de conversaciones sobre la guerra en Ucrania y analizaron la posibilidad de una cooperación más amplia.
El compromiso de Estados Unidos con Rusia provocó alarma entre las naciones europeas y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien no fue invitado a participar en la reunión.
Las naciones occidentales y sus aliados han impuesto múltiples rondas de sanciones contra Rusia, incluida su industria petrolera, como una forma de restringir el flujo de petrodólares a las arcas del Kremlin y, con él, el financiamiento para la guerra en Ucrania.
El primer ministro británico, Keir Starmer, habló con Zelenski el sábado para reiterar el apoyo de Gran Bretaña. Starmer repitió que Kiev debe estar en el centro de cualquier negociación para poner fin a la guerra y que salvaguardar la soberanía de Ucrania es esencial para evitar futuras agresiones de Rusia, según un comunicado de Downing Street.
Agregó que Starmer tiene la intención de mantener “estas importantes discusiones” con Trump durante su visita a Washington esta semana.
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