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El total del plan sería de US$1 billón, un tercio de lo que aspiran los demócratas, con quienes deben llegar a un acuerdo antes del viernes
Una semana clave está en materia económica y laboral viviendo Estados Unidos, ya que en medio del aumento de los contagios, se espera que antes del viernes la Casa Blanca y el Congreso acuerden el próximo plan de estímulo para el país.
Esto, porque ese día se vencen -entre otros beneficios- los subsidios que semanalmente están proporcionando US$ 600 a quienes han perdido su empleo durante la pandemia, y comienza el receso legislativo del Congreso.
El líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, reveló hoy el plan del partido para aliviar la principal economía del mundo, el cual pretende entregar una nueva ronda de pagos directos por US$1.200 a las personas, más fondos de préstamos para pequeñas empresas, e incentivos para fabricar equipos de protección personal para trabajadores de la salud en Estados Unidos -en lugar de en China-, entre otras medidas.
El punto de mayor desencuentro -y urgencia- entre Demócratas y Republicanos es el beneficio por desempleo que expira esta semana, y el también oficialista Chuck Grassley señaló que la propuesta establecería el seguro mejorado en el 70% para los salarios anteriores.
Si bien no se especificó cómo se construiría dicho monto, los informes del partido que han trascendido durante el día plantean que se establecería un beneficio de US$200 semanales, un tercio del subsidio anterior.
En cuanto al tamaño del paquete de estímulos, luego de semanas de negociaciones entre los senadores republicanos y la Casa Blanca, ambas partes habrían acordado que el monto del paquete sea US$ 1 billón.
Al delinear el plan, McConnell instó a los demócratas a llegar a un acuerdo rápidamente, al decir que "la pandemia no ha terminado. El dolor económico no ha terminado. Por lo tanto, el Congreso tampoco puede terminar".
Sin embargo, la propuesta estuvo lejos de satisfacer las expectativas demócratas. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, declaró que "si los republicanos se preocupan por las familias trabajadoras, esto no tomará mucho tiempo. El tiempo se acaba. El Congreso no puede irse a casa sin un acuerdo", refiriéndose al receso planificado por los legisladores para agosto.
El jefe de la bancada en el Senado, Chuck Schumer, aseguró en tanto que "la propuesta republicana sobre los beneficios de desempleo, simplemente, es inviable".
En la Cámara Baja, mayoritariamente demócrata, ya se aprobó en mayo un plan de alivio de US$3 billones que entre otras medidas busca extender íntegramente los beneficios de US$ 600 semanales, pero no ha sido siquiera discutido por el Senado.
El jueves pasado -día en que cada semana se renuevan las solicitudes de subsidios- fueron 16 millones de estadounidenses lo que volvieron a pedir el apoyo al desempleo por su condición en medio de la pandemia. Pero serían aproximadamente el doble quienes reciben algún tipo de seguro por cesantía, consignó el medio norteamericano CNBC.
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