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En las últimas minutas, la Fed indicó que la meta es llegar a un IPC de 3%. La inflación de Estados Unidos fue de 3,2% en julio y estuvo debajo de lo esperado por el mercado
Los funcionarios de la Reserva Federal en su última reunión permanecieron preocupados en gran medida de que la inflación no retrocediera y sugirieron que podrían continuar elevando las tasas de interés.
“La mayoría de los participantes continuaron viendo importantes riesgos al alza para la inflación, lo que podría requerir un mayor endurecimiento de la política monetaria”, según las minutas de la reunión de política monetaria del banco central de Estados Unidos del 25 y 26 de julio publicadas ayer en Washington.
“Algunos participantes comentaron que a pesar de que la actividad económica había sido resistente y el mercado laboral se había mantenido fuerte, seguía habiendo riesgos a la baja para la actividad económica y riesgos al alza para la tasa de desempleo”, dijo la Fed.
Las autoridades elevaron el rango objetivo para su tasa de referencia en un cuarto de punto en la reunión, a 5,25% a 5,5%, el nivel más alto en 22 años. Eso marcó una reanudación de los aumentos después de que dejaron las tasas sin cambios en la reunión anterior por primera vez desde principios de 2022.
Si bien las proyecciones trimestrales actualizadas por última vez en junio mostraron que la mayoría de los funcionarios en ese momento favorecieron dos aumentos más en 2023, el presidente Jerome Powell enfatizó después de la decisión de julio que la Fed tomaría las cosas reunión por reunión.
“Tenemos la intención de mantener nuevamente la política restrictiva hasta que estemos seguros de que la inflación está bajando de manera sostenible a nuestro objetivo de 2%, y estamos preparados para endurecer aún más si eso es apropiado”, dijo Powell a los periodistas el 26 de julio.
La inflación de Estados Unidos fue de 3,2% en julio y estuvo debajo de lo esperado por el mercado.
Desgaste del consenso
Los comentarios públicos de los funcionarios del Comité Federal de Mercado Abierto desde la reunión de julio sugieren que el fuerte grado de consenso que sustenta la agresiva campaña de ajuste del último año y medio puede estar comenzando a deshilacharse.
Algunos, como el presidente de la Fed de Filadelfia, Patrick Harker, han indicado que el banco central podría no necesitar seguir elevando las tasas de interés. Otros, incluida la gobernadora de la Fed, Michelle Bowman, han adoptado la opinión opuesta.
“Varios participantes juzgaron que, con la postura de la política monetaria en territorio restrictivo, los riesgos para el logro de los objetivos del comité se habían vuelto más bilaterales, y era importante que las decisiones del comité equilibraran el riesgo de un endurecimiento excesivo inadvertido de la política contra el costo de un ajuste insuficiente”, señala el acta.
Los inversionistas actualmente no esperan otro aumento de tasas este año, según los contratos de futuros, aunque las probabilidades implícitas de un aumento en la reunión del 31 de octubre al 1 de noviembre son más altas que las de su próxima reunión del 19 al 20 de septiembre.
Las publicaciones trimestrales sobre los costos de empleo y los costos laborales unitarios mostraron una desaceleración en el ritmo de los aumentos, mientras que una medida de los precios al consumidor excluyendo los alimentos y la energía registró los avances mensuales consecutivos más pequeños en más de dos años.
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