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De acuerdo con Control Risk, el próximo año también se podrán presentar preocupaciones operacionales y regulatorios en las compañías
Para el próximo año se prevé una serie de riesgos para la economía global, instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial han pronosticado una recesión inminente a nivel global, lo que afectará el crecimiento de algunas empresas. Sin embargo, esta no será la única área de riesgo que se podrá presentar en 2023, pues según el reciente estudio ´RiskMap 2023 ´de Control Risk, existen otros peligros geopolíticos, de seguridad, cibernéticos, operacionales y regulatorios, que podrán afectar el desarrollo de las compañías, pero ¿cómo prepararse?
Una de las principales preocupaciones que se tiene para el próximo año, son las tensiones geopolíticas, pues si bien el conflicto en curso entre Rusia y Ucrania continuará seguirá afectando la seguridad internacional así como la situación económica y energética, las diferencias entre Estados Unidos y China también representan un desafío para las empresas globales, debido a la competencia y la confrontación en ámbitos del comercio y la tecnología al dominio militar.
De acuerdo con el informe, en 2023 las empresas deben estar alertas a la posibilidad de un accidente o error de cálculo que involucre a buques militares estadounidenses y chinos que operan cerca en Asia. "A falta de un conflicto activo, las empresas en 2023 deben monitorear los esfuerzos concertados para desacoplar las cadenas de suministro críticas, lo que solo se acelerará a medida que China y Estados Unidos absorban e interpreten las lecciones del conflicto en Ucrania".
Sin embargo, el estudio indica que el incremento de las tensiones bilaterales no impactará a todas las empresas del mismo modo, pues los sectores estratégicos y de alta tecnología que hacen negocios con ambos países enfrentarán mayores riesgos políticos. Mientras que para las industrias menos relacionadas a esto, las operaciones continuarán en condiciones de negocios como de costumbre.
Otro de los riesgos que señala el informe es el de la seguridad en general, lo que involucra a las potencias nucleares. "Las suposiciones sobre pilares como los mercados globalizados y las cadenas de suministro han sido severamente probadas en los últimos tiempos por políticas populistas, guerras comerciales y pandemias".
Si bien el desbordamiento de la guerra entre Ucrania y Rusia es posible, incluido el incremento de las tensiones en los Balcanes, los Estados bálticos y Asia Central postsoviética, el conflicto nuclear también podría potencializarce entre países como Israel-Irán e India-Pakistán.
"Como la guerra de Ucrania nos ha recordado tan sorprendentemente, los puntos de alteración locales o regionales pueden tener impactos globales, por lo que la cadena de suministro y las estrategias de mercado no pueden desarrollarse aisladamente de los escenarios geopolíticos", aseguró comenta Oliver Wack, socio y director regional para Colombia de Control Risks.
Por esta razón, Control Risk recomienda identificar, preparar y monitorear este tipo de escenario en los procesos de planificación estratégica y toma de decisiones de las compañías y organizaciones.
Los riesgos cibernéticos también pueden ser una preocupación para las empresas el próximo año, ya que de acuerdo con el informe, en 2023 se podría presentar una ruptura en las redes globales en distintas arquitecturas regionales o incluso nacionales, debido a la los intereses de los países y la militarización del ciberespacio.
Según las estimaciones, 60% del PIB mundial se digitalizará en 2023 y alrededor de 75% de la población global estará cubierta por al menos una regulación de privacidad de datos. Esto, junto con las sanciones a tecnologías o proveedores específicos, muestran que la libertad del ciberespacio se está desvaneciendo.
El estudio recomienda que las empresas deberán invertir y desarrollar espacios digitales descentralizados que permitan una mayor agilidad, seguridad y resiliencia a quienes los adopten.
"Si bien las inversiones en tecnología aumentan en todos los ámbitos, los principios y activos que rigen el ciberespacio se están erosionando. Hablar de la Web 3.0 o el metaverso continuará ondeando a través de las salas de juntas, pero la realidad será muy diferente", dijo Wack.
Los riesgos operacionales también podrían presentar una preocupación para las empresas en 2022 debido a la crisis energética, por lo que el Contro Risk recomienda planificar como enfrentar los crecientes precios y adaptarse a los nuevos sistemas de energía renovable.
"La energía ha regresado como el principal impulsor de la disrupción global, pero no solo estamos experimentando un evento geopolítico. Este será un cambio permanente y sistémico. No habrá retorno a una estabilidad anterior a 2022", afirmó Wack.
Por último, Control Risk alerta sobre los riesgos regulatorios, ya que si bien este año la alta inflación y subidas de las tasas de interés han marcado la parada, la incertidumbre y la escasez marcarán la pauta en 2023. Lo que significa " una combinación disruptiva de intervencionismo estatal, imprevisibilidad de políticas e intenso escrutinio gubernamental".
Ante este panorama, se recomienda vigilar detalladamente la estabilidad geopolítica y política interna de los países donde tienen operaciones, así como los múltiples factores interrelacionados.
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