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El gobierno ruso ya invitó a la India a sumarse a la iniciativa y busca que China también forme parte. Mientras la guerra en Ucrania sigue sumando destrucción y muerte, el sistema bancario internacional empieza a sacar cuentas de las consecuencias de haber apretado el botón rojo
Hay temor en Occidente por el riesgo de que nazca un competidor del sistema internacional de comunicaciones interbancarias. El gobierno ruso ya invitó a la India a sumarse a la iniciativa y busca que China también forme parte.
Mientras la guerra en Ucrania sigue sumando destrucción y muerte, el sistema bancario internacional empieza a sacar cuentas de las consecuencias de haber apretado el botón rojo.
Es que, bajo la presión de EE.UU, Reino Unido y la Unión Europea, la red de comunicaciones interbancarias swift decidió desconectar a los principales bancos rusos como forma de aislar un poco más al gobierno de Vladímir Putin y forzarlo a detener el ataque a su vecino.
Para todos los clientes de estas entidades, la medida representa perder todo acceso a los servicios internacionales que pueden ofrecer sus bancos, desde transferencias, créditos, operaciones de comercio exterior, hasta el uso de tarjetas o de cajeros automáticos fuera del país.
Putin busca alternativas al swift
La decisión, inesperada y pocas veces aplicada por el impacto que tiene, está forzando a Rusia a buscar nuevas alternativas para seguir funcionando sin el acceso al swift.
Por ahora, estos bancos tienen que recurrir a servicios más lentos como el fax o los mensajes bilaterales con otras entidades.
Pero el riesgo que más temen los gobiernos occidentales es que esto impulse a los rusos a desarrollar con éxito su propia red a nivel internacional y que, en el futuro, se convierta en un competidor de la actual, bajo control absoluto de Occidente.
Pasaje a la India
De hecho, Rusia acaba de invitar a la India, un gran aliado comercial, a que se sume a su propia red Spfs (System for Transfer of Financial Messages), creada por el Banco Central ruso en 2014, tras las primeras sanciones económicas por la invasión de Crimea.
Si bien este sistema es mucho menos seguro y desarrollado que el swift, bien podría ser una plataforma para crecer en los intercambios financieros con gobiernos que no hayan condenado la invasión a Ucrania.
El Banco Central de Rusia pasa a la ofensiva financiera.
Por ahora, solo 400 empresas (principalmente rusas) y 23 bancos usan la red Spfs(de Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Alemania y Suiza), contra más de 11.000 que prefieren el Swift, diseminados en más de 200 países. Además, no funciona las 24 horas, y los mensajes que se pueden transmitir tienen un tamaño limitado.
La decisión es por un problema que podría llevar a los conductores a perder la propulsión y tener que detenerse a un lado de la carretera
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