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Los accionistas de la filial que aceptaran la oferta recibirían 0,337 acciones de la matriz por cada uno de sus títulos.
Santander ha elevado su participación en su filial mexicana hasta el 91,65%, frente al 74,96% que poséis en abril de este año, cuando lanzó una oferta de adquisición por todas las acciones que no eran titularidad del grupo por cerca de 2.600 millones de euros en nuevos títulos. El 8,35% restante queda en manos de accionistas minoritarios o en autocartera.
La entidad presidida por Ana Botín presentó una oferta por la que los accionistas que la hayan aceptado recibirán 0,337 acciones de nueva emisión de la matriz por cada acción de Santander México y 1,685 american depositary shares (ADS) de Santander por cada una de Santander México.
Así pues, el banco no ha conseguido hacerse con el 100% del capital de su filial, el cual dejó de poseer en septiembre de 2012, cuando colocó en Bolsa una participación del 24,9%. Ya se conocía que varios altos cargos que poseen 1,12 millones de acciones, el 21,6% de la totalidad que está en poder de consejeros y directivos, no acudirían a la oferta.
Desde Santander han defendido el atractivo de la oferta para los inversores de la filial. Esta suponía una valoración de Santander México por encima del precio objetivo del consenso de analistas (30 pesos) e implicaba una prima del 14% sobre la cotización en el momento del anuncio.
La operación se enmarcaba dentro de la política anunciada por el grupo de ampliar su presencia en los países en los que tiene una posición relevante. Ya lo hizo en España con la adquisición de Popular; en Portugal con la compra de Banif; en Argentina con la incorporación de la filial de Citibank, y la de Deutsche en Polonia.
Desde el banco han dicho estar "satisfechos" con el resultado de la oferta en México -el 10% del capital social frente al 7% logrado en la oferta lanzada en Estados Unidos- y "especialmente dadas las condiciones del mercado en las últimas semanas".
"Creemos en México, en el potencial de su sector financiero y en Santander México, que es hoy uno de los principales bancos del país. Estamos convencidos de que la mayor aportación de México puede dar al Grupo más potencial de crecimiento a medio y largo plazo", han indicado desde la entidad en un comunicado.
Para atender al canje, Santander emitirá 381.540.640 nuevas acciones, representativas aproximadamente del 2,35% del capital social a esta fecha. De este modo, el capital social de Santander ascenderá a 8.309.057.291 euros y estará representado por 16.618.114.582 acciones de 0,5 euros de valor nominal cada una de ellas.
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Los bancos ganan la batalla: Basilea reduce su castigo al 'maquillaje' de ratios de solvencia
INÉS ABRIL
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7 SEP. 2019 - 00:24
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Caixabank
El comité advierte de que vigilará el comportamiento de las entidades. El supervisor endurecerá la normativa si el sector mantiene prácticas incorrectas.
Hay penalización, pero muy inferior a la que podría haber sido. El comité que fija las reglas de la banca de todo el mundo ha escuchado las críticas y ha reducido el castigo que pensaba imponer al sector para evitar la práctica conocida en el argot financiero como window dressing y que implica que las entidades maquillan sus datos en los momentos en que hay que hacer el cómputo para salir más favorecidas en algunas ratios de solvencia.
La batalla se centra en la ratio de apalancamiento o leverage ratio, nacida después de la crisis financiera mundial para evitar que los bancos eleven su exposición más allá de lo que permite su holgura de capital. Esta métrica se calcula con los datos a cierre de trimestre y Basilea detectó que algunos bancos hacían operaciones destinadas a reducir su exposición en esa fecha para que su ratio saliera más robusta.
La reacción del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea fue contundente. «Es inaceptable», señaló después de constatar este comportamiento, el pasado mes de octubre. Su respuesta fue lanzar a consulta un documento en el que endurecía de forma drástica la forma de calcular esta ratio y obligaba a los bancos a usar datos diarios para elaborarla, de forma que no pudieran hacer operaciones de fin de trimestre para modificarla a su gusto.
La respuesta de la banca no se hizo esperar. Si hay bancos que incumplen, que Basilea los penalice a ellos y no a todo el sector, respondió la patronal de la banca española.
La presión ha surtido efecto y la institución presidida por Pablo Hernández de Cos ha reducido el alcance de su amenaza. Habrá castigo, pero de mucha menor magnitud. Para empezar, solo los bancos «internacionalmente activos» tendrán que adaptarse a la nueva forma de calcular la ratio de apalancamiento, que además se hará solo a título informativo y de transparencia hacia los inversores.
Eso significa que un empeoramiento en la ratio con los nuevos criterios no afectará al nivel de cumplimiento de las exigencias que tiene cada banco (que seguirán midiéndose por el cómputo antiguo). Basilea se limita a requerir que los bancos hagan públicos los datos con los distintos criterios, en un intento de que sean las propias entidades las que dejen de manipular la ratio tradicional para que coincida con la nueva ya que a partir de ahora todo el mundo se dará cuenta cuando eso no sea así y sacará sus propias conclusiones.
Cambios limitados
Hay más dulcificaciones. Los bancos solo tendrán que usar datos diarios en el cálculo de la ratio de apalancamiento para las operaciones de financiación con valores (conocidas por sus siglas en inglés, SFT), cuando la idea inicial era incluir en el saco muchos otros tipos de operaciones susceptibles de ser manipuladas si se tomaban solo los datos de fin de periodo. «Dada la mayor volatilidad en los mercados SFT alrededor de las fechas de cierre del trimestre, la divulgación de las exposiciones promedio durante el trimestre proporcionará a los inversores información adicional sobre el apalancamiento real de los bancos», explica Basilea.
Pese a esta relajación, los bancos no se han librado del todo. La decisión final del comité que supervisa la regulación bancaria ha quedado muy por debajo de su idea inicial porque ha preferido dar un voto de confianza al sector y que no pagaran todos por culpa de unos cuantos. Pero no lo ha hecho de forma permanente. «El comité seguirá vigilando las tendencias en las exposiciones de la ratio de apalancamiento de los bancos», ha anunciado. Y no descarta «ampliar el alcance de la exigencia de divulgar esta ratio con datos promedios si es necesario para poner fin a comportamientos de maquillaje potenciales en otros tipos de exposiciones», asegura.
Los derivados y las reservas en los bancos centrales serán objeto de especial vigilancia, según la advertencia de Basilea, que añade que, en caso de que el comportamiento de los bancos no mejore y sus expertos sigan detectando las mismas prácticas, los nuevos criterios de contabilización dejarán de ser solo a título informativo y se convertirán en obligatorios para cumplir los requerimientos de capital.
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