Secretaria de Comercio de Biden visita China y dice que vínculos económicos son clave

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La secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, destacó la importancia de fuertes vínculos económicos entre las economías más grandes del mundo durante una visita a Beijing y dijo que, si se hace bien, podría ayudar a estabilizar las relaciones políticas.

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En un evento que mostró las empresas estadounidenses de salud y belleza el lunes, Raimondo dijo que la mayor parte del comercio entre Estados Unidos y China no tiene nada que ver con la seguridad nacional, y que es posible promover y proteger las exportaciones al mismo tiempo.

"El plan y la esperanza es que nuestra relación comercial, si se hace bien, pueda estabilizar la relación política, y este es un pequeño ejemplo de ello", dijo.

Raimondo llegó a Beijing el domingo, convirtiéndose en el cuarto funcionario estadounidense de alto perfil en visitar la segunda economía más grande del mundo en los últimos tres meses. Se considera que su visita puede tener más posibilidades de mejorar los vínculos porque el mandato del Departamento de Comercio es promover el comercio estadounidense en el extranjero, así como combatir prácticas que Estados Unidos considera injustas o peligrosas para la seguridad nacional.

A pesar de las múltiples visitas de importantes funcionarios estadounidenses a China este año, ningún funcionario chino de alto nivel ha visitado Estados Unidos. “Eso ejerce mucha presión sobre la secretaria Raimondo en términos de lo que puede lograr durante su viaje”, dijo Zongyuan Zoe Liu, investigador de estudios sobre China en el Consejo de Relaciones Exteriores, en una entrevista en Bloomberg Television.

Dirigiéndose a su homólogo chino, Wang Wentao, el lunes, Raimondo dijo que Estados Unidos buscaba una “competencia sana” y no tenía intención de obstaculizar el progreso económico de China.

"Es profundamente importante que tengamos una relación económica estable, que beneficie a ambos países y, de hecho, sea lo que el mundo espera de nosotros", dijo Raimondo. “Es una relación complicada, es una relación desafiante. Por supuesto, no estaremos de acuerdo en ciertas cuestiones, pero creo que podemos avanzar si somos directos, abiertos y prácticos”.

Si bien Estados Unidos no cedería en materia de seguridad nacional, Raimondo dijo el lunes que gran parte del comercio entre los dos países no debería verse afectado y que había muchas áreas de cooperación.

"Por supuesto, en cuestiones de seguridad nacional, no hay margen para ceder o negociar", afirmó.

En la misma reunión, Wang dijo que China estaba dispuesta a trabajar con Estados Unidos para impulsar el comercio y “fomentar un entorno político más favorable” para las empresas estadounidenses y chinas.

Raimondo también citó el cambio climático como un área en la que Estados Unidos y China pueden cooperar. El enviado climático de Estados Unidos, John Kerry, visitó Beijing en julio para mantener negociaciones de varias horas con su homólogo chino, Xie Zhenhua, durante varios días. Si bien las conversaciones produjeron poco en términos de acción, ambas partes prometieron seguir comunicándose, una señal positiva después de que Beijing detuviera las conversaciones el año pasado a raíz de la controvertida visita de la ex presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán.

Si bien las tensiones entre las dos economías más grandes del mundo han aumentado en los últimos años, el clima ha sido una de las pocas áreas en las que han podido trabajar juntas en un escenario global. El Acuerdo de París de 2015, la columna vertebral de los esfuerzos climáticos globales, fue posible gracias a un acuerdo del año anterior entre los presidentes Barack Obama y Xi Jinping. En la cumbre climática de las Naciones Unidas de 2021 en Glasgow, Kerry y Xie negociaron un acuerdo que incluía reducir las emisiones de metano.

La visita de Raimondo también puede ayudar a Boeing Co. a reanudar el envío de sus aviones 737 Max a China por primera vez desde 2019. El avión es la principal fuente de efectivo del fabricante de aviones mientras reconstruye sus finanzas devastadas por covid y la inmovilización global de su avión Max. Su rival Airbus SE ha construido una ventaja dominante en China y en todo el mundo, mientras que el avión de carga de Boeing ha quedado excluido de su mayor mercado extranjero.