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Massa rearma su estrategia electoral, convoca a la "unidad nacional" y ya piensa cómo revertir el resultado. Fuerte apoyo de Kicillof y Grabois
El mapa con apenas cinco provincias a favor de Unión por la Patria (Buenos Aires, Santiago del Estero, Chaco, Formosa y Catamarca) aterra al oficialismo que anoche mismo en el búnker electoral empezó a diagramar cómo seguir adelante después del vuelco a la derecha del electorado.
Sergio Massa, como Mauricio Macri en la derrota de las Paso de 2019, necesita un 'sí se puede' para buscar romper el escenario de tres tercios que dejó este domingo electoral. Cuatro años atrás Macri subió de un turno al otro, aunque no le alcanzó.
En la mira de Unión por la Patria figuran los votos de Martín Lousteau en Capital, los del peronismo no kirchnerista cordobés o los de Horacio Rodríguez Larretaque no absorba la ganadora de esa interna, Patricia Bullrich. ¿Se puede polarizar o quedarán tres fórmulas fuertes para octubre?
"Hay una nueva oposición", plantean en UP tratando de volver a inflar su esperanza mientras se preguntan si Milei y Bullrich pueden crecer o si uno se queda con parte del electorado del otro. Todo eso, en los análisis más optimistas.
Sergio Massa, Axel Kicillof, Eduardo 'Wado' de Pedro, Máximo Kirchner, Leandro Santoro, Agustín Rossi, Cecilia Moreau, Victoria Tolosa Paz, Paula Penacca, Juliana Di Tullio y el puñado de dirigentes convocados al Complejo C en la Chacarita se encerraron, herméticos, en el primer piso donde intentaron digerir el impacto de la derrota frente a Javier Milei y diseñar una estrategia de supervivencia.
Juan Grabois, el precandidato derrotado en la Paso de Unión por la Patria, junto a Paula Abal Medina su vice, se les sumaron después de las once de la noche. Tal lo previsto el Presidente Alberto Fernández se quedó en Olivos y la Vicepresidenta, Cristina Kirchner, en Río Gallegos.
Nunca en los últimos años, ni siquiera en la derrota del 2021, la desazón fue tan grande. Los más experimentados buscaron calmar ánimos y organizaron el tardío mensaje de Agustín Rossi, Carlos Bianco como jefe de asesores de Kicillof y la ministra Cristina Álvarez Rodríguez.
Entre el anuncio de los datos de las mesas testigo de UP que daban ganador a Kicillof y a Massa segundo, hubo un largo rato de silencio en el "C". Axel Kicillof, ganador en Buenos Aires, convocó a trabajar para que Massa sea electo presidente.
El corrimiento a la derecha del electorado, a favor de Milei y de Patricia Bullrich, por Juntos por el Cambio, apenas dejó margen para discursos aplomados. El primer acuerdo fue admitir el resultado y respetarlo. Lo dijeron todos los que hablaron.
Juan Grabois fue el primero en hablar en el Complejo C y prometió su apoyo a Massa. "La voz del pueblo es la voz de Dios", admitió el ministro de Economía, Massa, consagrado ahora como candidato a Presidente. No minimizó la derrota, convocó a construir "una nueva mayoría", a "convocar a un gobierno de unidad nacional" y a "darla vuelta en los próximos 60 días". ¿Pensará llamar a Juan Schiaretti o al electo gobernador Martín Llaryora? ¿El miedo a Milei puede sumarle nuevos aliados?
La presencia de Grabois sobre el escenario fue celebrada con clamor. Su fervorosa defensa de Unión por la Patria logró animar a funcionarios y militantes. Junto a Santoro fue el único que tuvo palabras para Cristina Kirchner. "Perdón Cristina si no hicimos todo para defenderte", gritó el líder de Patria Grande que aseguró que cumplirá su promesa en la interna. "Estamos acá para manifestar nuestro apoyo a la fórmula de Unión por la Patria" y puso a disposición de Massa a su fuerza política para salir a trabajar juntos en la nueva campaña camino a la elección general de octubre.
Los 22 puntos de Santoro en Capital -cinco por debajo de Martín Lousteau de Juntos por el Cambio- también levantaron ánimos. Su apellido fue cantado en el búnker peronista donde el más aplaudido fue Axel Kicillof. Contrario a su costumbre el gobernador leyó un discurso meticulosamente redactado. "El que manda es el pueblo", dijo con un dejo de tristeza y preocupación.
En el discurso del bonaerense que va por su reelección quedó claro que todos deben alinearse si quieren mejorar sus chances e intentar revertir el resultado para entrar en el ballotage. Nadie cree que pueda haber definición en primera vuelta.
"Sergio Massa es el mejor candidato a Presidente que tendrá el pueblo argentino en las urnas en octubre", lo definió con ahínco el único sobreviviente kirchnerista. De lejos se oyó una voz masculina que gritó: "Hay que escuchar a Cristina". Máximo Kirchner estaba excesivamente serio sobre el escenario, aunque aplaudió.
Recuperar la mística y lograr que la militancia redoble esfuerzos en busca de votos fue parte de la intención de todos los discursos que además buscaron simbólicamente abrazar a Massa. "Terminó la elección de los candidatos, empieza la elección de nuestro futuro. Vamos a luchar para que Sergio Massa sea nuestro próximo Presidente", anunció el único triunfador del búnker antes de cederle la palabra.
Massa tuvo que esperar para arrancar porque se oyó cantar: "Atención, atención, Sergio te saludan los soldados de Perón". En algún momento incluso algún comentario a metros del escenario le arrancó la única sonrisa de la noche.
Aunque dolidos, los discursos parecieron subrayar "el riesgo que se abre" no sólo para los integrantes de Unión por la Patria sino para los argentinos. En el primer ensayo de salida hacia adelante, así lo describieron Massa y Kicillof. Trataron de mostrarse golpeados pero no vencidos.
En la intimidad analizan ya qué cambiar de la campaña y la estrategia, de la gestión y de su fuerza política. Además ya no pueden subestimar el uso del corte de boleta que dejó a Kicillof cuatro puntos por encima de Massa y que también se notó en varios municipios como el desdoblamiento de los gobernadores que ganaron la propia pero perdieron este domingo.
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