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Desde 2015, las compañías que han fijado objetivos ambientales han subido en más de 1.600%, un crecimiento de 65% cada año
Durante los últimos años la acción climática global se ha venido acelerando por parte de gobiernos y compañías, en respuesta a la alerta global por las emisiones contaminantes.
De acuerdo con un nuevo informe del Foro Económico Mundial y Boston Consulting Group, los compromisos de las empresas por alcanzar el cero neto de emisiones están en aumento de manera exponencial, con unas 2.169 empresas en todo el mundo que han establecido objetivos ambientales, en comparación con apenas 116 compañías que había en 2015, es decir que ha habido un crecimiento promedio de 65% anual, y de más de 1.600% en los últimos 7 años.
En el caso de los gobiernos, también ha aumentado el número de países que adoptan compromisos de cero emisiones para 2050.
Según el estudio, mientras que en 2019 únicamente 29 países, que representaban 10% de las emisiones globales de carbono, se habían comprometido al cero neto; actualmente hay 92 países, que representan 78% de las emisiones globales, que han fijado objetivos ambientales.
“Los países que son los principales generadores de los impactos de los gases de efecto invernadero no consideran prioritario y vital su contribución a las emisiones y sus efectos”
“Las empresas que subestiman el ritmo y la magnitud de estos cambios corren el riesgo de juzgar gravemente mal el impacto que la transformación climática puede tener en los modelos comerciales”.
Sin embargo, según detalla el informe, las metas del Acuerdo de París no podrán alcanzarse, luego de que en la COP26, la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021, no se entregó un conjunto actualizado de compromisos nacionales por parte de los países más contaminantes, con el fin de limitar el calentamiento global a menos de 2°C, y aún más lejos estaría la meta de 1,5°C.
De hecho, los países desarrollados debían cumplir una promesa de movilizar al menos US$100.000 millones en financiamiento climático por año para 2020.
Pero, según la Ocde, es probable que estas naciones no puedan alcanzar esta meta sino hasta 2023. Esto supone un retraso de tres años, teniendo en cuenta que el objetivo debía mantenerse hasta 2025.
De acuerdo con el investigador y ambientalista colombiano Ernesto Guhl, las potencias mundiales no le están prestando la importancia que requieren las amenazas del cambio climático en todo el mundo.
“El dinero es importante en la lucha contra el cambio climático, pero el hecho de que no se cuente con esos recursos pone de presente algo muy grave: los países que son los principales generadores de los impactos de los gases de efecto invernadero no consideran prioritario y vital su contribución a las emisiones y sus efectos. Si fuera algo a lo que ellos le dieran la mayor importancia, sin duda otorgarían esos recursos”, señaló Guhl.
Aún así, son cada vez más las empresas que están cambiando los objetivos de sus negocios y al mismo tiempo están asegurando ventajas comerciales.
Según el análisis del informe del Foro Económico Mundial en colaboración con BCG, la transición de las compañías, que se está dando en los últimos años, a menudo no se debe a una acción colectiva o de compromiso global, sino a una acción competitiva, pues una sola empresa se adelanta a su sector.
“El cambio está ocurriendo mucho más rápido de lo que la mayoría de las personas y empresas se dan cuenta. Por ejemplo, los pronósticos para la capacidad de energía solar fotovoltaica en 2030 aumentaron en un factor de 36 entre 2002 y 2020, mientras que los costos unitarios proyectados se redujeron en un factor de tres”, explicó Ángel Martínez managing director & partner de BCG.
Agregó que “las empresas que subestiman el ritmo y la magnitud de cambios como estos corren el riesgo de juzgar gravemente mal el impacto que la transformación climática puede tener en los modelos comerciales, los productos y el valor de la empresa”.
El informe plantea el ejemplo de Tesla, que introdujo el primer vehículo 100% eléctrico producido en masa en 2008, cuando esa tecnología aún era vista con escepticismo.
También da el ejemplo de Mercedes, anunciando en 2019 una flota de vehículos sin emisiones de carbono para 2039.
Actualmente han surgido nuevos fabricantes de autos totalmente eléctricos y prácticamente todas las principales compañías de automóviles se han diversificado con objetivos de electrificación.
Esta tendencia también se ha visto en otros informes, como el World Energy Outlook de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), donde se publican escenarios que están basados en políticas sobre las futuras emisiones de energía.
Aunque el informe se centra en un escenario de cero neto, se puede resaltar que, incluso en su predicción más conservadora, las proyecciones para 2040 sobre las emisiones de carbono, relacionadas con la energía, se han reducido en 24% en los últimos cuatro años.
Oportunidades para las empresas que adoptan objetivos de cero emisiones
Una parte del informe del Foro Económico Mundial, que incluye evidencia cuantitativa y cualitativa, con entrevistas a casi dos docenas de directores ejecutivos de empresas de todas las regiones del mundo, refleja los beneficios para las compañías que incursionan en la transición de carbono neutral. Uno de ellos es la atracción de talento, ya que la mitad de los buscadores de empleo priorizan la sostenibilidad. También acceden a financiamiento barato y entran a segmentos de mayor crecimiento.
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