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El empinamiento de la curva es el más alto desde 2015. La suba de tasas genera impactos negativos sobre la deuda a nivel global
El proceso de suba de tasas en Estados Unidos tiene características particulares. Se nota un claro proceso de empinamiento en la curva de deuda, lo que implica un escalonamiento alcista en los rendimientos de deuda más largos y un estancamiento en los vencimientos más cortos.
El empinamiento de la curva de Estados Unidos es el más alto desde 2015. Un proceso de suba de tasas genera impactos negativos sobre la deuda a nivel global, y es por ello que cabría esperar también un impacto en la Argentina. Sin embargo, el mismo sería más acotado ya que analistas señalan que los cambios en los precios de los activos argentinos dependen en mayor medida de factores locales.
Las tasas largas en Estados Unidos se están desplazando al alza mientras que las más cortas se mantienen estables. Se observa un rally de la tasa a 10 años, que tocó máximos recientemente de 1,8%, mientras que las tasas más cortas se encuentran planchadas debajo del 0,2%. Esto genera que el diferencial entre las tasas largas y las cortas se amplíe, generando un steepening, o empinamiento de la curva, que hoy alcanza el mayor diferencial desde 2015.
Desde agosto pasado se observa un proceso en el cual las tasas largas comenzaron a desplazarse al alza mientras las más cortas se mantuvieron estables en torno al 0,2%. La tasa más larga, a 30 años, pasó de 1,2% en agosto de 2020 a 2,35% actuales. Al mismo tiempo, la tasa a 10 años pasó de 0,5% en agosto pasado a 1,65% en la actualidad.
De esta manera, el diferencial entre las tasas más cortas y las más largas se amplió a 150 puntos básicos, su mayor spread desde 2015.
Si caen los bonos del Tesoro estadounidense, por contagio, el resto de las curvas de deuda a nivel global también lo hacen. Además, por cuestiones de valuación, si sube la tasa de referencia, los demás bonos deberán operar con un spread mayor.
Por esto es que, mientras la tasa norteamericana pasó de 0,9% a 1,8% en lo que va del año, se vieron caídas en los índices de bonos de grado de inversión del 5,2%, de bonos emergentes (5%), así como de bonos a nivel global (3,55%).
Ante un proceso de suba de tasas, los activos de renta fija con mayor duration son los que más tienden a sufrir. La duration es una medida de sensibilidad de los bonos que explica la variación porcentual del precio del bono ante cambios en la tasa de interés.
Un dato clave para Argentina es que toda la curva argentina tiene una duration larga, con sus bonos mas cortos venciendo en 2029. De esta manera, una suba de tasas podría representar un riesgo desde el lado técnico. Sin embargo, analistas señalan que los bonos locales se ven mayormente influenciados por cuestiones domésticas.
Martin Polo, estratega jefe de Cohen, afirmó que más allá de que las tasas a nivel global estén subiendo, el impacto en Argentina luce limitado ya que los factores que mueven a los activos locales son mayormente domésticos. Polo resaltó que la Argentina necesita tener su propia agenda, aunque cree que el contexto internacional podría acelerar o acortar los tiempos.
"Argentina, en cuanto a su deuda, juega su propia historia ya que hay más factores internos que externos a la hora de explicar las valuaciones de los activos locales. Dentro de los factores externos, la tasa de interés es una variable para monitorear. Sin embargo, entendemos que la suba de tasas actual es un proceso hacia la normalidad y bastante esperable ya que la suba inició desde niveles muy bajos. Si la suba de tasas continúa, probablemente vaya a generar una suba del dólar y una pausa en la suba de las materias primas, pudiendo golpear a la Argentina.
Si bien Argentina permanece fuera del radar internacional, las grandes compañías locales se encuentran aún activas y vistas por algunos grandes gestores globales como una buena oportunidad de inversión dada las tasas de interés de los mismos.
De esta manera, el impacto de una suba de tasas sobre la deuda corporativa domestica sería una cuestión a monitorear. Ante posibles aumentos en los rendimientos a nivel mundial, la renta fija corporativa local podría sufrir.
Martín Saud, senior trader trader de Balanz, tampoco ve riesgos sobre los bonos soberanos locales ante el hecho de que la tasa de interés de largo plazo en EE.UU. se esté desplazando al alza. Pero sí ve impactos sobre la deuda corporativa.
"Los riesgos para Argentina no los vemos tanto para el mercado soberano, ya que no tiene intenciones de entrar al mercado internacional. Sí afecta a las empresas argentinas, en especial a las que están obligadas a hacer un rollover de la deuda corta y también a las que tienen planeado emitir un bono a largo plazo en el exterior, ya que les incrementa el costo de la deuda y la inversión les resulta menos rentable", remarcó Saud.
Marcelo Otermin, presidente de ICBC Investment Argentina, explica que con un spread de 1300 puntos básicos en la parte larga, la evolución de la deuda argentina depende más de lo local que de la curva base. Sin embargo, sostuvo que los factores globales como la suba de tasas podría ser una amenaza para la deuda local.
"Cuando comparamos contra la curva crediticia CCC, el spread está en 300 puntos básicos a 600 puntos básicos, seguramente explicado por un déficit fiscal primario superior a 4% del PBI esperado para 2021 cuando los comparables proyectan menos de 1% para el déficit financiero. Con restricciones como respuesta a la nueva ola de covid y un proceso electoral en los próximos meses, parece difícil vislumbrar una reducción de spreads. Podrían contribuir la mejora en el precio de la soja y la distribución de capital por parte del FMI, que permita despejar las necesidades de financiamiento para el resto del año. Si no fuera así, la suba de la curva de treasuries impactará en los precios de los bonos", advirtió.
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