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El CEO tiene contratos por US$15.400 millones con entidades estatales de EE.UU., lo que podría resultar en un conflicto de interés
Tras la victoria de Donald Trump como el nuevo presidente de Estados Unidos, las acciones de Tesla suben más de 15% gracias al apoyo que recibió el republicano en su candidatura por parte del empresario.
Durante el tercer trimestre del año, Musk donó alrededor de US$75 millones a America PAC, un comité que apoya al candidato.
El empresario donó los primero US$5 millones el tres de julio y los siguientes el 10 del mismo mes. Volvió a donar un monto de US$4,95 millones el 18 de julio. Al quinto día del mes siguiente donó otros US$7,5 millones y al día siguiente US$15 millones. El 20 de agosto US$15 millones y el cinco de septiembre el doble. En total, US$74,95 millones en tres meses.
Elon Musk, el magnate detrás de empresas como X, Starlink, Tesla, SpaceX, Neuralink,The boring company y xAI mantiene una relación estrecha con el gobierno de Estados Unidos a través de contratos millonarios. Hasta la fecha (30 de octubre), Musk ha asegurado acuerdos por un valor de US$15.400 millones con entidades estatales, lo que lo convierte en un actor clave dentro de sectores estratégicos como la exploración espacial, la energía y la defensa.
Con los resultados de las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024, su influencia podría crecer aún más por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
Durante el periodo de administración de Trump, Musk logró afianzar su posición como proveedor del gobierno, especialmente a través de SpaceX, que se consolidó como un socio crucial para la Nasa y el Departamento de Defensa.
Estos contratos, que incluyen el lanzamiento de satélites y proyectos de exploración interplanetaria, han sido objeto de escrutinio. Según un análisis publicado por The New York Times, críticos han señalado posibles conflictos de interés debido a la creciente cercanía entre Musk y Trump.
Uno de los aspectos más controvertidos de la posible administración Trump es la creación de una nueva “comisión de eficiencia gubernamental”, que Musk ha sugerido.
Este organismo tendría el poder de recomendar recortes presupuestarios y cambios normativos en las agencias federales,lo que plantea interrogantes sobre la imparcialidad de Musk ante las instituciones que supervisan sus propias empresas.
La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional, Osha, y la Comisión de Bolsa y Valores, SEC, son solo algunas de las agencias que han tenido conflictos con Musk.
En el pasado, Musk ha sido objeto de al menos 20 investigaciones federales relacionadas con la seguridad de sus vehículos Tesla y el impacto ambiental de sus operaciones.
Con Trump nuevamente en la carrera por la presidencia, analistas anticipan que Musk podría ampliar su influencia aún más, especialmente en áreas clave como las telecomunicaciones, la inteligencia artificial y la defensa nacional.
El potencial conflicto de intereses se torna aún más evidente cuando se considera que Musk podría ser un juez en sus propias causas. A través de un análisis de documentos judiciales y datos de contratación, se ha revelado un patrón de relaciones entre Musk y el gobierno federal que dificulta su papel como un regulador imparcial.
La intersección de intereses entre Musk y las agencias que supervisan sus actividades plantea un dilema ético que podría complicar la gobernanza.
“Creo que sería fantástico tener una comisión de eficiencia gubernamental para que se asegure de que el dinero de los contribuyentes se gaste de forma adecuada”.
Musk ha criticado abiertamente a la Comisión Federal de Comunicaciones, FCC, por revocar fondos destinados a sus proyectos de internet rural,argumentando que dicha acción tuvo consecuencias negativas durante desastres naturales.
Este tipo de enfrentamientos son comunes en su trayectoria, y el potencial de tener a Musk en una posición de influencia aumenta la probabilidad de que continúe en esta línea de confrontación.
Independientemente de quién sea el próximo presidente, los vínculos de Musk con el gobierno federal probablemente no experimenten cambios significativos en el corto plazo. A medida que las agencias gubernamentales dependen cada vez más de las tecnologías que ofrece Musk, el dilema de su influencia se convierte en una cuestión crítica para el futuro de las políticas públicas en EE.UU.
La relación entre Donald Trump y Elon Musk ha evolucionado, marcada por una mezcla de admiración y estrategia.Musk ha manifestado su apoyo a Trump para ganar las elecciones de EE.UU. este cinco de noviembre.
Entre los distintos apoyos, el empresario donó cerca de US$75 millones a un grupo que lo respalda. America PAC, el grupo que recibe esta donación, se enfoca en captar votantes en estados clave que podrían definir el resultado. De acuerdo con las declaraciones, este PAC ha gastado alrededor de US$72 millones entre julio y septiembre.
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