Sunak cancela en Reino Unido proyecto ferroviario de alta velocidad para bajar gasto

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El primer ministro Rishi Sunak canceló el tramo norte del proyecto ferroviario de alta velocidad HS2 del Reino Unido, diciendo que reinvertiría los fondos en enlaces de transporte alternativos en todo el país.

"Reinvertiremos cada centavo, $43.000 millones de libras (US$519.348 millones), en cientos de nuevos proyectos de transporte en el norte y las tierras centrales de todo el país", dijo Sunak en su discurso de apertura en la conferencia anual del gobernante Partido Conservador en Manchester el miércoles, su primera como líder. "Eso hará una diferencia real en toda nuestra nación".

Sunak, de 43 años, está tratando de restablecer la reputación de su partido con los votantes y anular la ventaja de dos dígitos del opositor Partido Laborista en las encuestas antes de las elecciones previstas para el próximo otoño. La conferencia se había visto ensombrecida por su anticipada decisión del HS2 de eliminar el vínculo entre Birmingham y Manchester, que había provocado una fuerte reacción, incluso de figuras conservadoras de alto rango, el ex canciller George Osborne y el alcalde de West Midlands, Andy Street.

Sunak enumeró una serie de proyectos ferroviarios y viales que, según dijo, entregarían beneficios más rápido que con HS2.

Fue la parte central de un discurso que esbozó lo que llamó un "cambio fundamental" para el pueblo británico, prometiendo tomar mejores decisiones a largo plazo y criticando el sistema político existente.

Dijo que ha progresado en sus prioridades desde que asumió el cargo de líder y que había hecho "cosas buenas" después de la desastrosa era Truss. Son para reducir a la mitad la inflación, restaurar el crecimiento, reducir la deuda neta, reducir las listas de espera del Servicio Nacional de Salud y detener a los inmigrantes que cruzan el Canal de la Mancha desde Francia.

Hace casi un año, Sunak heredó un partido que se había hundido a mínimos históricos en las encuestas bajo el desastroso mandato de Liz Truss. Desde entonces, ha reparado parte de la posición de los conservadores, lograda en gran medida revirtiendo la mayoría de las políticas económicas de Truss para estabilizar los mercados de bonos y divisas nerviosos por una serie de recortes de impuestos sin fondos. Pero el déficit en las encuestas detrás del Partido Laborista se ha mantenido en alrededor de 20 puntos durante meses, presionando a Sunak para que encuentre políticas audaces que inspiren a los votantes.

Eso ha llevado a un creciente coro dentro del partido que pide recortes de impuestos para atraer a los votantes. El ministro de Hacienda, Jeremy Hunt, dijo que no tiene el poder fiscal para entregarlos en la actualidad, e incluso si lo hiciera, se correría el riesgo de avivar la inflación que el gobierno está tratando de reducir.

"Sé que ustedes quieren recortes de impuestos, yo también los quiero", dijo Sunak. "Pero el mejor recorte de impuestos que podemos darle a la gente en este momento es reducir a la mitad la inflación y aliviar el costo de vida".

Su problema es que su lema de la conferencia -Decisiones a largo plazo para un futuro más brillante- choca con la idea de desechar un proyecto que sus cinco predecesores anteriores vieron como una piedra angular del plan para redesarrollar el norte. Sunak también ha diluido la agenda verde del partido, retrocediendo nuevamente en una prioridad central de sus predecesores para trazar un camino hacia las llamadas emisiones netas de gases de efecto invernadero.

A pesar del eslogan y las repetidas negaciones de Sunak de que está jugando a la política, las ganancias más inmediatas parecen haber sido apuntalar el apoyo entre la base conservadora. La pregunta es cómo reacciona el electorado en general, y si el primer ministro puede persuadir a los votantes de que representa el cambio que promete, después de más de 13 años de gobiernos conservadores.