Tierras raras son el as bajo la manga de China en medio de la guerra arancelaria

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Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China no solo no cesan, sino que tienden a agravarse, pues este mes se empezaron a aplicar las represalias del país asiático frente a las sanciones impuestas por Donald Trump a US$200.000 millones de productos chinos.

Entre las medidas que entraron en vigencia el sábado se encuentran aumentos a más de 5.000 productos que van desde 5% hasta 25% de incremento arancelario a las importaciones estadounidenses.

Tras la aparición del presidente chino, Xi Jinping, en una planta de procesamiento de tierras raras, se empezó a especular que éstas podrían ser el as bajo la manga de China para tomar ventaja en la guerra comercial, que ha impactado negativamente el crecimiento económico global al sembrar un clima de incertidumbre.

Las denominadas tierras raras son un grupo de 17 elementos que se pueden encontrar en forma mineral en rocas muy antiguas y que tienen propiedades magnéticas y ópticas muy útiles para transformarlas en componentes de alta tecnología.

“Gracias a su configuración electrónica tienen varias características en común, que los han transformado en las últimas décadas en elementos indispensables en electrónica, espectroscopia, óptica, cerámicas, vidrios, pantallas, computadores, nanotecnología, energía solar, imanes fuertes, entre otros, y cada año se descubren decenas de nuevas aplicaciones”, explicó Thomas Cramer, profesor del Grupo de Estudios en Geología Económica y Mineralogía Aplicada de la Universidad Nacional.

Debido a sus propiedades también son utilizados para la generación de imanes especiales, que se utilizan en turbinas eólicas y en la industria automotriz, específicamente para vehículos híbridos; también funcionan como catalizadores que, en la industria petrolera, permiten transformar el crudo en gasolina o diesel.

Para Cramer, China tiene un control “casi monopolista como proveedor en el mercado mundial” de tierras raras, debido a que el país asiático no solo explota las reservas más grandes en este tipo de yacimientos, sino que además lo ha hecho por al menos 20 años. Esto ha limitado los esfuerzos a nivel mundial para explorar nuevas tierras raras.

Según datos de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), el país con más reservas de tierras raras es China, con 44 millones de toneladas, seguido de Brasil, que posee 22 millones de toneladas, cifra que comparte con Vietnam.

El commodity que se maneja a nivel internacional son los Óxidos de Tierras Raras (REO por sus siglas en inglés) y sus exportaciones en 2018 fueron de 150.000 toneladas, de las cuales 120.000 se produjeron en China, seguidas de las 22.000 provenientes de Australia.

Según una encuesta del Servicio Geológico de Estados Unidos (Usgs), entre 2014 y 2017, el país norteamericano dependió de China en cuatro de cada cinco toneladas de importaciones de estos elementos, y en 2018 compró un total de US$160 millones de tierras raras.

China no es el único

Si el país asiático llegase a limitar el comercio de estos elementos con Estados Unidos, se abriría una gran puerta comercial para un país latinoamericano. Se trata de Brasil, ya que es el segundo país con mayor cantidad de reservas de tierras raras a nivel mundial, aunque para el año pasado, produjo tan solo 2% de las exportaciones de estos elementos, según el Usgs.

Según Óscar Restrepo Baena, profesor de la Facultad de Minas Universidad Nacional, en Colombia ya se ha evaluado la presencia de estos elementos a partir de las cenizas del carbón o en las arenas negras que hay en los yacimientos auríferos, pero no se han detectado yacimientos de tierras raras que permitan explotarlos y generar una industria a partir de ellos, como sí sucede en el Cratón Amazónico, en Brasil.

“A través del programa Exploración Regional de Minerales en Colombia, estamos buscando en todo el territorio nacional algunos yacimientos de tierras raras, pero hasta el momento no se han encontrado depósitos de estos elementos”, sostuvo Gloria Prieto, directora técnica de la Dirección de Recursos Minerales del Servicio Geológico Colombiano (SGC).