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El acuerdo de fabricación y distribución del fármaco de AstraZeneca está retrasado por impedimentos comerciales norteamericanos
El proyecto conjunto para la producción, envasado y distribución en Latinoamérica de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por la Universidad de Oxford y el laboratorio anglosueco AstraZeneca, con participación de la Argentina y México, no podrá cumplir con los plazos establecidos de entrega a los países de la región, tal como se habían planteado los presidentes Alberto Fernández y Andrés Manuel López Obrador al dar publicidad a la iniciativa, en agosto pasado.
La llegada de las vacunas desarrolladas conjuntamente por el laboratorio argentino mAbxience, integrante del Grupo Insud, propiedad del empresario Hugo Sigman, y la farmacéutica mexicana Laboratorios Liomont, del ingeniero Alfredo Rimoch, con financiación del magnate Carlos Slim a través de su fundación, quedó atado a las restricciones impuestas en Estados Unidos para la exportación de insumos críticos para atacar la pandemia, dispuesta por la administración del republicano Donald Trump.
La inoculación masiva, planteada para abril, tendrá que esperar hacia más adelante.
Según pudo saber El Cronista, la fábrica del empresario Sigman emplazada en Garín entregó al momento a AstraZeneca material para la producción de 36 millones de dosis.
Sin embargo, el proceso de manufactura en México quedó trunco ante la imposibilidad de importar filtros y viales para la estabilización y envasado de las vacunas, dado el faltante generalizado y la sobredemanda que ya tienen los únicos proveedores, ubicados en Estados Unidos y la India.
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“Hay un pesimismo ideológico de los grandes empresarios en este país”, dijo el mandatario. La frase generó varias reacciones entre los gremios del sector productivo