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De acuerdo con la organización Inrix (compañía encargada de estudiar la movilidad en el mundo y buscar soluciones inteligentes), solamente Tailandia supera a Colombia en la lista de países con tráfico más caótico. En promedio, los conductores colombianos pasan 47 horas del año estancados en filas de carros. Países con más automotores como Estados Unidos y Brasil se ubican después de Colombia, con 42 y 37 horas respectivamente.
La mayoría de problemas de movilidad se concentran en Bogotá, Medellín, Bucaramanga, Cali y Pasto. Después de evaluar la situación en 38 países, Inrix concluyó que “las ciudades en desarrollo presentan alta congestión por problemas como la oferta deficiente del transporte público y una precaria infraestructura para los vehículos”.
Con este diagnóstico coinciden los investigadores. Darío Hidalgo, director de investigación de Embarq, explica que “el incremento en los tiempos de desplazamiento tiene que ver con un uso mayor de carros particulares y motocicletas. Se piensa que hay que ampliar las vías, pero la receta está en impulsar el transporte masivo e introducir mecanismos de control como los cobros de congestión y de estacionamiento”.
Otras de las recomendaciones que Embarq le ha dado a las ciudades es crear carriles prioritarios para el transporte público, construir nuevas troncales de metro e incentivar el uso de la bicicleta. Actualmente, según la entidad, el 8% de los viajes en Bogotá se hacen en bicicleta y en Medellín el 1%.
En Colombia, el transporte público precario ha obligado a cientos de ciudadanos a utilizar otros medios para movilizarse, como la moto y el carro. Así lo explica Fernando Rojas, investigador de la Universidad de los Andes: “Solamente en enero de este año se vendieron 41.000 motos. Los técnicos dicen que hay que bajarse de la moto y del carro para ir al transporte público pero éste es ineficiente e inseguro. Para que la ciudadanía comience movilizarse en bicicleta también se necesitan condiciones de seguridad y una mejor infraestructura”.
Planeación a largo plazo
Un problema que comparten las ciudades más grandes de Colombia es que no ejecutan programas a largo plazo. El profesor Germán Prieto, director del Programa de Gestión del Transporte de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, observa una “falta de coherencia entre la planeación y la ejecución de programas. Los alcaldes se están moviendo por la presión pública”.
Esta presión se observa, según Prieto, en que “algunos alcaldes prefieran invertir en la ampliación de vías y no en el incentivo de otros medios de transporte como la bicicleta. “Un error que han cometido los gobiernos locales es ignorar el aumento del uso de la motocicleta. Somos, con Brasil, el país que está teniendo más problemas con las motos, que se han multiplicado en los últimos 10 años”.
En efecto, el Registro Único Nacional de Tránsito (Runt) tiene en sus bases datos 12,5 millones de vehículos registrados en el país, de los cuales 7 millones son motocicletas. Además, la Organización Internacional de Constructores de Automóviles señala que Colombia es la sexta en el ranking de vehículos: tiene 5,9 carros nuevos por cada 1.000 habitantes.
Un factor que podría mejorar el transporte en el país es la cultura ciudadana. Así lo explica Jhon Jairo Posada, experto en movilidad de la Universidad Nacional: “Algunas políticas no se han logrado consolidar por la falta de cultura ciudadana. Medidas como los carriles de circulación exclusiva o el parqueo en vías necesitan un componente pedagógico con la población”.
Detalles del estudio
En América Latina, Bogotá es la ciudad que presentó mayor congestión durante 2016, según Inrix. En la capital, un conductor pierde 80 horas del año en trancones. En Medellín, la cifra disminuye: 50 horas. Con un promedio similar se ubicó Bucaramanga: 43 horas (ver infografía).
Estos problemas de movilidad, dice Inrix, generan altos costos para los conductores. En EE.UU, por ejemplo, el informe señala que “los conductores se pueden gastar alrededor de 295 billones de dólares en costos directos e indirectos. Uno de los costos directos es el valor de la gasolina en aumento”.
En el ranking mundial, Colombia se destaca por las posiciones de Bogotá (quinto lugar), Medellín (30) y Bucaramanga (59). La situación es preocupante si se tiene en cuenta que, para salir en la capital en un horario pico, el conductor debe estar preparado para pasar el 41% en un embotellamiento vehicular.
Si no se corrigen los problemas de movilidad, ciudades colombianas podrían acabar como Los Ángeles, donde un conductor gasta 104 horas al año metido en trancones.
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