Argentina explora nuevas oportunidades con China y Rusia, tras acuerdo con el FMI

Alberto Fernández realizará su primera gira internacional del año con nuevas aires, al delinear una agenda que incluirá temas que permanecían vedados hasta el viernes, tras anunciar el acercamiento de posiciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las condiciones para llegar a un acuerdo que dé un horizonte a la deuda externa.

Fernández partirá el martes desde el aeropuerto internacional de Ezeiza con rumbo a Moscú, adonde llegará a última hora del miércoles. El jueves 3 al mediodía, el jefe de Estado mantendrá un almuerzo y una reunión a solas y otro encuentro de trabajo junto con funcionarios de este país para ensayar un mayor acercamiento entre ambos gobiernos, de por sí estrecho dada la Asociación Estratégica establecida durante la primera presidencia de Cristina Kirchner.

Fernández confesó a sus colaboradores más íntimos que espera su visita al Kremlin para agradecer personalmente a Vladimir Putin la asistencia rusa al país en los momentos más duros de la pandemia, y especialmente la entrega de vacunas Sputnik V, las primeras recibidas y aplicadas a partir del 29 de diciembre de 2020. Incluso el Presidente contó a la agencia rusa de noticias TASS que pidió vacunarse con otra dosis del fármarco ruso, en vez de variar de plataforma -a contramano de la recomendación del Ministerio de Salud.

Sin embargo, el plato fuerte del almuerzo entre Putin y Fernández será el financiamiento a represas hidroeléctricas y hasta una planta nuclear. Tal como dijo el Presidente a TASS, "muchos proyectos de infraestructura estaban a la espera de este acuerdo [con el Fondo] porque requieren financiamiento externo".

Aunque descartado de lleno antes del preacuerdo alcanzado con el FMI, el entendimiento con el principal acreedor estipula que la Argentina buscará de ahora en más "apoyo financiero adicional de los socios internacionales", entre los que figura Rusia. De allí que, con el viaje del ministro Guzmán confirmado, se vuelva a poner sobre la mesa una discusión todavía inmadura sobre la posibilidad de que Moscú preste parte de sus Derechos Especiales de Giro (DEG) para fortalecer las reservas netas del Banco Central.

Del mismo modo, la visita de Fernández a Beijing con motivo de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno (donde coincidirá además con el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres) servirá para avanzar con la ampliación del swap vigente con el gigante asiático, y así obtener u$s 3000 millones extra.

El otro asunto gravitante en la visita a China, con quien se establecieron relaciones diplomáticas hace 50 años, es la inminente incorporación de la Argentina a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, también llamada "la nueva ruta de la seda". Se trata del proyecto geopolítico más ambicioso de China, que aspira a financiar obras de infraestructura con préstamos subsidiados a los socios de mayor confianza, a cambio de asegurarse una provisión estable de energía y alimentos por los próximos años.

En la capital china, el Presidente también recibirá una distinción Honoris Causa de la Universidad Tsinhua, y visitará el Museo de la Historia del Partido Comunista Chino (PCC). Las discusiones de fondo quedarán para el sábado 5 y el domingo 6, cuando tenga oportunidad de almorzar con Xi Jinping y mantener una reunión de trabajo, respectivamente.

Ya de regreso, Fernández hará una escala intermedia en Barbados, una isla del Caribe que se independizó hace menos de un año de la corona británica, donde pretende construir una agenda positiva al mando de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). El presidente mostrará disponibilidad para prestar ayuda y coordinar agendas en lo que refiere a la lucha contra el cambio climático y los efectos de la pandemia de Covid-19.