Tras seis años, la deuda externa de Chile retomó aumento de dos dígitos

Desde 2015 que la deuda externa de Chile no registraba tasas de crecimiento de dos dígitos como ocurrió en 2021. De acuerdo con los datos del Banco Central, el año pasado escaló hasta US$238.324 millones, un aumento de 14% en comparación con 2020. Así, agudizó su tendencia al alza impulsada por los mayores compromisos adquiridos en el mercado internacional tanto del sector público como del privado, principalmente a través de la emisión de bonos.

Según la información del ente emisor, al cierre de 2021, el sector público -Gobierno General, Banco Central, bancos y empresas no financieras (firmas estatales) creció 18,8% llegando a US$80.504 millones.

Destaca el incremento de 33,9% del Gobierno, con compromisos adquiridos por US$45.036 millones en su totalidad a largo plazo. De ellos 98,3% corresponden a emisión de bonos, mientras que el remanente son préstamos.

El economista, Patricio Rojas, de Rojas & Asociados, explica que por el lado del Gobierno lo ocurrido está en línea con la necesidad de hacer frente a la pandemia.

“Si uno visualiza lo que fueron los años anteriores, uno ve incrementos de deuda relativamente modestos asociados a la amortización y pago de interés”, comenta, por lo que va en línea con el incremento de la deuda pública que en 2021 “subió con fuerza -cosa que ya sabíamos-”, esto, es su reflejo.

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De acuerdo con el Informe de Finanzas Públicas de la Dirección de Presupuesto (Dipres) al cuarto trimestre de 2021 la deuda bruta representa 34,9% del PIB.

Del total de la deuda externa 19% es del Gobierno General, mientras que 52,8% es de las empresas no financieras del sector privado.

Obligaciones de las empresas al alza

Por el lado del sector privado, la deuda externa aumentó 11,8% a US$157.820 millones. De ellos, los compromisos adquiridos por las empresas representan 79,7%.

De acuerdo con el análisis de Patricio Rojas, el incremento de deuda en el exterior por parte de las firmas locales, se explica por una decisión estratégica ante decisiones de política monetaria, que encareccerá el costo de endeudarse con el alza de tasas de interés que se espera ocurra en los mercados internacionales.

Respecto a los vencimientos, si bien la de corto plazo creció más (30,8%) que la de largo plazo (7,4%), comenta que lo importante es que la mayor proporción de los compromisos están previstos a más de cinco años.

Así de los US$125.858 millones que registraron las compañías 89% está en el largo plazo, lo que “es más sano” desde la perspectiva financiera, recalca.

“En 2021 hubo muchos factores que tendieron a adelantar deuda”, dice Rojas, ya que a las expectativas de que las tasas de interés iban a subir configurando mercados “más estrechos” con economías que crecerán menos, se sumó la incertidumbre local que afecta la colocación de bonos en el mercado doméstico.

Hacia adelante, si el Gobierno se ajusta a lo aprobado en el Presupuesto Fiscal para este año -que considera una baja superior a 20%-, y en la medida que las tasa de interés sigan aumentando, espera que el endeudamiento sea más acotado que lo que fue el año pasado.