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Cumbre politico-empresarial con firmas británicas y estadounidenses como Barclays, JPMorgan, Goldman, GSK, BAE y Bechtel.
La primera ministra Theresa May y el presidente Donald Trump se reúnen el martes 4 de junio con una delegación de compañías británicas y estadounidenses con el objetivo de aprovechar el Brexit para estrechar las relaciones comerciales entre ambos países, que ya ascienden ahora a 190.000 millones de libras (215.000 millones de euros) anuales. Además, las inversiones mutuas superan el billón de libras.
Al encuentro, que se celebrará en el Palacio de St James durante la visita oficial de Trump a Reino Unido, asistirán altos ejecutivos de cinco firmas británicas (la aeronáutica BAE Systems, la farmacéutica GSK, el grupo de productos de consumo Reckitt Benckiser, la eléctrica National Grid y la entidad financiera Barclays) y cinco estadounidenses (los bancos JPMorgan y Goldman Sachs, la firma de ingeniería Bechtel, el fabricante aeroespacial y de defensa Lockheed Martin y la empresa de software Splunk).
Según Downing Street, May señalará en la reunión que los estrechos vínculos económicos entre Reino Unido y Estados Unidos "todavía se pueden fortalecer más con un acuerdo de libre comercio bilateral, con una mayor cooperación económica y trabajando de manera conjunta para mantener los mercados globales abiertos".
Uno de los objetivos de Londres, cuando se ejecute el Brexit, es contar con libertad para firmar un pacto comercial con Washington, para lo que necesita abandonar la unión aduanera europea, algo que las empresas ven con desconfianza ya que puede romper su acceso al mercado de la UE y romper sus cadenas de suministro. Muchos economistas dudan de que la caída del comercio con Europa si surgen barreras pueda ser compensado mediante pactos con Estados Unidos u otros países.
Pero Trump también viene empujando a Reino Unido hacia un divorcio duro de la UE, para buscar un mayor acceso de las empresas estadounidenses al mercado británico, limitado ahora por las normas comunitarias. Esta potencial alianza crea controversia en áreas como la Sanidad o la agricultura, ya que la oposición política en Reino Unido cree que los estándares de calidad americanos son inferiores a los que ahora exige la UE.
Emma Walmsley, consejera delegada de GSK y una de las invitadas al encuentro, afirma que "Estados Unidos es una de las fuentes más importantes de innovación en áreas de salud. Hay una gran oportunidad para potenciar la alianza entre los dos países, generando mejoras para los pacientes y crecimiento económico".
En opinión de Roger Carr, presidente de BAE Systems, "la relación con Estados Unidos tiene una larga historia y beneficia a ambos países, y además está basada en la confianza, la transparencia y una alianza verdadera".
Además, Trump y May prevén realizar hoy una rueda de prensa conjunta tras otros encuentros bilaterales con sus equipos.
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