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La medida se suma a la presión externa sobre Moscú para que ponga fin a su conflicto en Ucrania, que ahora entra en su tercer mes
Turquía cerró su espacio aéreo a los aviones rusos que vuelan a Siria, un cambio de política destinado a aumentar el costo de la guerra en Ucrania para el presidente Vladimir Putin.
Turquía prohibió el vuelo de los aviones rusos, incluidos los vuelos civiles que transportan tropas, por primera vez desde que Rusia intervino en la guerra civil de Siria en 2015 en apoyo del presidente Bashar al-Assad.
La medida se suma a la presión externa sobre Moscú para que ponga fin a su conflicto en Ucrania, que ahora entra en su tercer mes. El presidente Recep Tayyip Erdogan le dijo a Putin su decisión en una llamada telefónica, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Mevlut Cavusoglu, citado por la emisora estatal TRT. No especificó cuándo tuvo lugar la llamada.
La mayoría de los vuelos rusos a Siria pasan por el espacio aéreo turco, aunque la cantidad de tropas transportadas al país no se revela públicamente.
Es poco probable que las restricciones detengan el movimiento de soldados y armas a Siria desde Rusia, según un funcionario turco familiarizado con el asunto, quien dijo que Moscú probablemente ahora desviará los vuelos a través del espacio aéreo iraní.
Más bien, el objetivo clave era mostrar solidaridad con otros miembros de la Otan, muchos de los cuales están enviando armas a Ucrania para ayudar a apoyar la lucha contra Rusia, dijo el funcionario, que pidió no ser identificado por tratarse de asuntos de seguridad. Turquía ya ha limitado el acceso a través del estrecho del Bósforo a los buques de guerra rusos.
Se produce antes de que el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, se reúna con Erdogan en Ankara el lunes. Luego, Guterres viaja a Rusia y Ucrania esta semana, donde se reunirá con Putin y Zelenskiy. Turquía ha tratado de actuar como mediador entre Kiev y Moscú, y ha recibido previamente a sus ministros de Relaciones Exteriores para las conversaciones.
Los lazos entre Turquía y Rusia ya son complicados. Están en campos opuestos en conflictos desde Siria hasta el norte de África y el Cáucaso, a menudo apoyando a bandos en guerra entre sí.
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Los dos países están encerrados en una amarga disputa en Siria. Miles de soldados turcos están desplegados alrededor de la provincia de Idlib, controlada por los rebeldes, vulnerable a los ataques de las fuerzas gubernamentales respaldadas por Rusia.
Al mismo tiempo, han aumentado las tensiones entre Turquía y Estados Unidos por la decisión de Erdogan de comprar misiles de defensa aérea a Rusia. Los turistas rusos constituyen la mayor parte de los visitantes extranjeros, trayendo divisas muy necesarias para la economía de Turquía, mientras que las empresas rusas están construyendo la única planta de energía nuclear de Turquía.
Y el gobierno turco se ha abstenido de sumarse a las sanciones por temor a represalias. Rusia satisface alrededor de la mitad de la demanda de gas natural de Turquía, lo que le otorga una gran influencia sobre el gobierno de Ankara.
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