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El presidente Nicolás Maduro afronta una deuda cercana a US$60.000 millones,
Aunque Venezuela aseguró ayer que inició el pago de una serie de intereses atrasados, parece que el default es inminente y el mercado está a la espera de que en cualquier momento las agencias de riesgo anuncien que el gobierno de Nicolás Maduro cayó en un incumplimiento total con sus compromisos. Con Venezuela en quiebra, los efectos en Colombia, aunque mínimos, podrán llegar como un efecto dominó.
La expectativa se da en medio de una serie de impagos en los que ha caído la economía del país vecino y luego de que en los últimos dos días las agencias de riesgo bajaron la calificación de Venezuela y de la estatal Pdvsa a una nota cercana al default.
Según un análisis del grupo de investigaciones de Bancolombia, la disminución en el intercambio comercial con Colombia está en mínimos y las importaciones desde Venezuela están en menos de 2% del total, mientras que los flujos de inversión extranjera directa no solo han caído sino que están en terrenos negativos, lo que refleja la desinversión de colombianos en esa economía.
Precisamente, para Carlos Ronderos, exministro de Comercio Exterior, esto explica que el impacto en contra Colombia de una posible quiebra venezolana ya se vio con la afectación en el comercio. “El golpe Colombia ya lo sufrió, era algo totalmente esperado”, agregó el experto. Para Bancolombia, más allá de un impacto directo sobre la economía local, el resultado de la quiebra de Venezuela marcará un antecedente “que influya en la configuración del mercado de deuda emergente soberana en dólares”.
"La situación de Venezuela es muy complicada y eso demuestra los problemas más amplios de la política económica de ese país".
Sin embargo, expertos alertan sobre las consecuencias que podría tener en ciudades limítrofes como Cúcuta, que hoy tiene la tasa de desempleo más alta del país, y en el aumento de la llegada de migrantes venezolanos que hoy se tasan en 470.000. El gobierno de Nicolás Maduro quiere nuevas condiciones para pagar los US$60.000 millones que adeuda, aunque fracasó en la primera reunión que hizo con los acreedores esta semana.
José Antonio Ocampo, economista y codirector del Banco de la República, consideró que ningún país latinoamericano sufrirá consecuencias, debido a que el problema venezolano es cada vez más aislado. “La situación de Venezuela es muy complicada y eso demuestra los problemas más amplios de la política económica de ese país. Otro problema es Pdvsa por la posibilidad de que, por una sentencia judicial, le quiten los activos”, agregó Ocampo.
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