MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Los hallazgos sugieren que los criptoactivos “pueden usarse para transferir ganancias de corrupción o eludir los controles de capital”, dijo la organización, sin señalar a países individuales.
Las criptomonedas son más populares en países percibidos como corruptos o con estrictos controles de capital, lo que pone de relieve la necesidad de una mayor regulación de la industria, dijo el Fondo Monetario Internacional en un informe reciente.
El informe muestra por qué los países podrían querer exigir a los intermediarios, como las casas de cambio de moneda digital, que implementen procedimientos de conocimiento de su cliente, estándares de verificación de identidad que están diseñados para prevenir el fraude, el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo, dijo la organización. Algunos países, como Estados Unidos, ya han instituido ese tipo de controles.
Las naciones de todo el mundo están luchando por encontrar la mejor manera de regular el criptomercado de US$2 billones, y el nivel de supervisión varía mucho de un país a otro.
Los hallazgos sugieren que los criptoactivos “pueden usarse para transferir ganancias de corrupción o eludir los controles de capital”, dijo la organización, sin señalar a países individuales.
El FMI dijo que extrajo sus datos de referencia sobre el uso de criptomonedas a partir de la información recopilada en una encuesta realizada por la empresa alemana Statista. La encuesta abarcó 55 países, con entre 2.000 y 12.000 encuestados de cada uno. Se preguntó a los participantes si poseían o usaban activos digitales en 2020.
La organización dijo que vale la pena prestar atención a sus resultados, pero también dijo que deben interpretarse con precaución, dado el pequeño tamaño de la muestra y la calidad incierta de los datos.
La Bolsa Mexicana de Valores impuso una prohibición de operaciones en julio después de que Salinas acusara a un acreedor de fraude bursátil
Se necesitan US$58.000 millones en gasoductos nuevos o más modernizados, plantas de procesamiento y terminales de exportación
La nueva versión del impuesto, incluiría una horquilla de entre 1% y 6%, o posiblemente 7%, en lugar del tipo fijo actual de 4,8%