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Hace una década aportaban dos terceras partes de los ingresos de la petrolera estatal y el año pasado representaron poco más de 50%
La iniciativa presidencial de reforma a la Ley de Hidrocarburos, enviada al Congreso el fin de semana pasado, tiene el objetivo de fortalecer a Petróleos Mexicanos (Pemex) en un mercado de combustibles con cada vez mayor actividad de privados.
Así se observa en la participación del valor de las ventas internas de la estatal petrolera como porcentaje de sus ventas totales, que en una década se redujo nada menos que 14 puntos porcentuales, llegando en 2020 a sólo 52.8% y el resto fueron ingresos por exportaciones, cuando en 2010 significaban 67.4% de los ingresos.
Lo anterior se observa en los reportes trimestrales de la empresa, en que para el 2020 reflejaron que el total de ingresos obtenidos ascendió a $954,000 millones, de los cuales $450,000 millones llegaron a través de las exportaciones, principalmente de crudo, y únicamente $504,000 millones, 52.8% de este monto, mediante las ventas en México que fundamentalmente son los combustibles vendidos al público.
Esta participación de las ventas internas contrasta de manera sorprendente con la que se tenía hace una década, cuando los ingresos de Pemex se elevaron a $1.046 billones de los cuales 67.4%, que son $704,000 millones, correspondió a ventas al interior del país.
Pero además, si se realiza el comparativo con 2015, último año en que la petrolera del Estado tuvo el monopolio de la importación y comercialización de combustibles, la reducción al llegar a 2020 es de nada menos que 11.4%, ya que incluso con los bajos precios del petróleo (que de un año a otro cayó a la mitad, de US$86 a US$43 por barril en el caso de la Mezcla Mexicana) las ventas totales de Pemex fueron de $1.166 billones de los cuales todavía 64.2%, $749,000 millones, llegaron mediante ventas internas y las exportaciones significaron $418,000 millones.
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