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Maarten Wetselaar, consejero delegado de Cepsa, la segunda petrolera en España, es de los que siempre prefiere "ver el vaso medio lleno y tener una visión optimista hacia el futuro".
El primer ejecutivo de Cepsa reclama agilidad a la Administración para tramitar permisos y ayudas para los multimillonarios proyectos del grupo.
Maarten Wetselaar, consejero delegado de Cepsa, la segunda petrolera en España, es de los que siempre prefiere "ver el vaso medio lleno y tener una visión optimista hacia el futuro". Y cuando se le pregunta si en el mundo existe una crisis permanente, como constantemente se repite en el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, al que Wetselaar asiste estos días, dice que no cree en ese nuevo concepto que se ha acuñado, "la permacrisis".
Al contrario: "Tengo mucha confianza en la capacidad humana de resiliencia y en su fortaleza para superar las crisis, a través de la innovación, la tecnología o la fuerza de la comunidad cuando actuamos colectivamente".
Así lo explica en una entrevista con EXPANSIÓN en Davos, el mayor encuentro político y empresarial del mundo. Wetselaar (Leiden, Países Bajos, 1968) dice que "si miramos atrás, por ejemplo, el Covid-19 o la crisis energética, han sido resueltas ambas de forma más rápida de lo esperado, gracias a un esfuerzo común de los Gobiernos y el mundo empresarial".
La rapidez con la que "se está controlando la inflación" sin provocar "una recesión" es otra prueba de "nuestra resiliencia", añade. E insiste: "El sistema energético europeo está en transformación, no en una permacrisis".
En 2023 "50% de la electricidad consumida en España ha sido renovable y estamos trabajando para que esta transformación también se produzca a través de las moléculas verdes en esa otra mitad del sistema energético que no se va a poder electrificar". La "buena noticia" es "la flexibilidad que ha demostrado el sistema energético europeo".
En dos años "Europa ha perdido 35% de su suministro de gas y en solo un año ha conseguido revertir la situación". "Los Gobiernos, empresas y sociedad deben ser conscientes, a todos los niveles, de lo complejo que es el sistema energético". Se ha desarrollado "una agenda de cambio". Pero es importante velar para que se produzcan las inversiones "necesarias".
Todo ello para que "el suministro energético sea suficiente, al tiempo que transformamos el sistema". Es cierto, comenta, que "el marco regulatorio europeo se ha desarrollado".
Se ha intentado "garantizar la protección máxima de los ecosistemas y ciudadanos". Pero "debemos reducir la burocracia y hacerlo compatible con la necesidad de acelerar la transición energética y que Europa no se quede descolgada por llegar tarde, como ha pasado en el ámbito tecnológico".
Wetselaar insiste en que "si no agilizamos la concesión de permisos, ayudas o inversiones en infraestructura, no se cumplirán los objetivos climáticos con los que Europa y España se han comprometido". "El diseño de la transición ecológica en Europa es muy adecuado y ambicioso, pero el ritmo de ejecución no es suficiente".
Hay que "acelerar mucho el flujo de los fondos y hacer sistemas regulatorios más ágiles". "Me sorprende que la crisis energética de Ucrania no haya acelerado más la toma de decisiones para acometer las transformaciones necesarias".
Wetselaar dice que "debemos recortar los tiempos para que los proyectos adquieran el volumen necesario".
Para ello, repite insistentemente, "necesitamos incentivos y ayudas públicas y agilizar la tramitación de permisos y la regulación necesaria para acometerlos". Esa lentitud en los permisos y el retraso en la creación de un marco regulatorio integrado son hoy los grandes enemigos de la transición energética". En resumen, a juicio del primer ejecutivo de Cepsa, la "burocracia es el mayor enemigo de la transición ecológica".
Con todo, y a pesar de que se podría ir más rápido, en el último año se han dado grandes saltos. El pasado año Wetselaar tenía enormes expectativas en la transición energética, a la que llegó a calificar de revolución, y dice que "sí se ha avanzado".
Según la Agencia Internacional de la Energía, "en 2023 60% de la inversión energética global ha correspondido a energías sostenibles, lo que supone 1,7 billones de euros (US$1,84 billones)".
El año pasado "también se pusieron en marcha numerosos proyectos e iniciativas, como la IRA de EEUU [la ley de incentivos para impulsar la economía y la transición verde] o el compromiso de más de cien países en la COP [la cumbre climática internacional que se celebra cada año], incluido España, para triplicar el despliegue de energías renovables y doblar las mejoras en eficiencia energética de aquí a 2030".
"Estamos ante la mayor oportunidad de transformación del estado de bienestar"
En todas las crisis "hay oportunidades", dice Maarten Wetselaar, un directivo con enorme bagaje internacional. "La transición energética es la mayor oportunidad de transformación de nuestro estado de bienestar", dice totalmente convencido.
Supone "un cambio de paradigma que nos hará repensar todo". Tenemos "la ventaja de que Europa tiene el liderazgo de la lucha contra el cambio climático". Las nuevas energías sostenibles "como las renovables, los biocombustibles 2G, de segunda generación, o el hidrógeno verde "no solo son la gran oportunidad europea para descarbonizar su economía, también permitirán aumentar su independencia energética y con ello la competitividad de su industria".
España "es el país europeo con más posibilidades de salir vencedor de la transición energética si sabemos jugar nuestras cartas". Y aunque optimista, Wetselaar también es realista.
Este año, a diferencia del pasado, los precios energéticos parecen haberse "normalizado", pero hay que asumir que "durante la transición energética es muy probable que se mantenga cierto nivel de volatilidad".
Una vez se acometa la mayor parte de esta transformación, "sí creo que contaremos con un sistema de precios más estable y predecible, lo que reducirá el nivel de incertidumbre".
En ese escenario futuro, "el coste estable de la producción energética renovable establecerá el precio de la energía, que estará menos influenciada por las decisiones de la OPEP".
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