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Se trata de la mayor OPV de una tecnológica en los últimos cuatro años
El toque de campana de Xiaomi ha dejado más dudas que certezas sobre el futuro de la compañía y sus ambiciones. El fabricante chino de teléfonos móviles, propiedad del multimillonario Lei Jun, ha cerrado su primera sesión en el parqué de Hong Kong con un descenso de 1,39%. Aunque en algunos momentos los títulos de la compañía llegaron a caer más de un 5%.
La caída se produjo después de que el cuarto mayor fabricante de teléfonos inteligentes del mundo fijara sus títulos a un precio de US$17 de Hong Kong, el rango más bajo de su oferta. En total, la compañía ha recaudado alrededor de US$4.700 millones con la operación.
El entusiasmo que despertó inicialmente su Oferta Pública de Venta (OPV) se ha desvanecido en las últimas semanas debido a las crecientes tensiones comerciales entre China y Estados Unidos y las dudas entre los inversores sobre las posibilidades de crecimiento de la empresa.
Estos factores se han reflejado en la valoración de la tecnológica, de unos US$54.000 millones. 46% menos de los US$100.000 millones que se marcaron como objetivo hace un año.
Con todo, se trata de la mayor OPV de una tecnológica en los últimos cuatro años, tras la llevada a cabo por Alibaba en la Bolsa de Nueva York en 2014 y por la que ingresó US$25.000.
En el acto celebrado en la Bolsa de Hong Kong con el que arrancaba su debut bursátil, Jun reconoció que la salida a bolsa se produce en un momento "crítico" en las relaciones comerciales entre China y EE.UU., que han provocado que los mercados de todo el mundo se encuentren en "constante cambio".
"Aunque las condiciones macroeconómicas están lejos de ser ideales, creemos que una gran empresa puede aún afrontar el desafío y diferenciarse", añadió Jun.
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El presidente del directorio, Alejandro Narváez, aseguró además que la emisión sería gradual
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