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El secretario de Economía británico, Jeremy Hunt, declaró a la prensa que la situación suponía una amenaza "muy grave" para la economía mundial
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, dijo el sábado que enfrentamiento sobre el aumento del techo de la deuda de Estados Unidos es "más difícil" que en el pasado, pero agregó que mantiene la esperanza de encontrar una solución para evitar el primer impago del país.
Yellen dijo a Reuters en una entrevista al margen de una reunión de funcionarios de finanzas del Grupo de los Siete (G7) en Japón que esperaba poner al día al Congreso de Estados Unidos en las próximas dos semanas sobre cuándo exactamente el Tesoro se quedaría sin fondos para pagar las facturas del gobierno.
La jefa del Tesoro estadounidense ha pedido en repetidas ocasiones al Congreso que acuerde elevar el límite de US$31,4 billones del endeudamiento federal para evitar la "catástrofe económica y financiera" que se produciría si Estados Unidos deja de pagar sus deudas.
El secretario de Economía británico, Jeremy Hunt, declaró a la prensa que la situación suponía una amenaza "muy grave" para la economía mundial.
"Sería absolutamente devastador que Estados Unidos (...) viera su PIB desbaratado por no llegar a un acuerdo", declaró Hunt al margen de las reuniones del G7.
Yellen dijo que su estimación de la semana pasada de que el Tesoro podría no ser capaz de hacer frente a sus obligaciones de pago ya el 1 de junio era coherente con el informe del viernes de la Oficina Presupuestaria del Congreso, que advertía de un "riesgo significativo" de impago en las dos primeras semanas de junio.
El presidente demócrata Joe Biden insiste en que el Congreso tiene el deber constitucional de elevar el límite sin condiciones para financiar el gasto previamente aprobado. Los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, quieren que Biden acepte recortes presupuestarios radicales para garantizar su acuerdo.
A diferencia de la mayoría de los países desarrollados, Estados Unidos establece un límite máximo de endeudamiento. Como el Gobierno gasta más de lo que ingresa, los legisladores deben elevar periódicamente ese tope.
Yellen dijo que el primer gran enfrentamiento sobre el techo de deuda desde 2011 reflejaba la continua polarización de Estados Unidos tras la presidencia de Donald Trump.
"Ciertamente no es positivo para las relaciones y la posición en el mundo y la credibilidad", dijo. "Quizá esta vez sea más difícil, pero tengo la esperanza de que (...) encontremos una solución".
Agregó que era una señal positiva que, en la reunión organizada por Biden con líderes del Congreso el martes, "casi todo el mundo" estuviera de acuerdo en que sería inaceptable que Estados Unidos incumpliera sus pagos.
Biden, que volvería a convocar al grupo a principios de la semana que viene, sigue considerando prioritaria su asistencia a la cumbre del G7 que comienza el viernes en Hiroshima, dijo Yellen, aunque señaló que podría cancelar el viaje si no se avanzaba lo suficiente para poner fin al estancamiento.
A pesar de la lucha por el techo de la deuda, Yellen dijo que seguía convencida de que el Gobierno de Biden había restablecido el liderazgo de Estados Unidos en el mundo y que otros líderes del G7 estaban agradecidos por haber girado "el dial 180 grados en relación con la administración Trump".
Sostuvo que no había buenas opciones para priorizar los pagos en caso de impago, pero admitió que sería técnicamente posible procesarlos un día a la vez a medida que llegaran los ingresos, lo que daría lugar a una especie de impago escalonado. Los pagos de principal e intereses se gestionan por separado.
En un informe de esta semana, el Centro de Política Bipartidista dijo que algunos funcionarios del Tesoro habían visto el enfoque como el más plausible y menos perjudicial durante el estancamiento de 2011.
"No deberíamos estar hablando de eso", dijo Yellen. "Deberíamos estar hablando de elevar el techo de deuda. Cada plan tiene serios inconvenientes".
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