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INFRAESTRUCTURA

“En obra” en los próximos cinco años

jueves, 10 de abril de 2014
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Diana María Espinosa Bula

El panorama para la ingeniería en los próximos años no podría ser mejor. El país está empezando a experimentar un ‘boom’ en el sector, impulsado por el Gobierno y una serie de inversiones nunca antes vistas.

Proyectos como las concesiones viales de Cuarta Generación (4G) impulsadas por el Gobierno Nacional, diseñadas con el fin de conectar las ciudades que son principales centros de producción con los centros de exportación más importantes, dejarán en el pasado años de atraso en las regiones y serán puestas en marcha gracias al modelo de las Alianzas Público Privadas (APP). En este escenario ya son varias las empresas internacionales que han mostrado su interés en estos proyectos fomentadores de prosperidad y desarrollo para el país.

Por otro lado, se podrían anotar las inversiones en navegabilidad que se tienen prospectadas para el río Magdalena y las ampliaciones de la refinería de petróleo en Barrancabermeja. Todo enmarcado dentro de la meta del Gobierno de llegar a incrementar la inversión en infraestructura de transporte en 3% del Producto Interno Bruto (PIB) en los próximos años.

De igual manera, en documentos emitidos por el Consejo de Política Económica y Social (Conpes) se enfatiza que las metas para el futuro próximo son el impulso de la ciencia, la tecnología, la innovación, el desarrollo de la infraestructura en minas, energía, logística y transporte. Todo lo anterior en aras de fortalecer la competitividad de Colombia de cara al mundo.

Es por ello, que los ingenieros debemos aprovechar este auge y demostrar el nivel profesional y ético que enmarca nuestra actividad. Debemos fortalecer el desarrollo de la profesión con conciencia profesional, y prestar nuestros servicios con estricto apego a la honestidad, imparcialidad y transparencia, por todo lo que representa la seguridad y el bienestar de los demás.

Para poder afrontar los retos de excelencia en nuestra profesión, resulta imperativo analizar y reforzar desde la academia, las buenas prácticas en los futuros talentos, que permitan mejorar y mantener niveles significativamente altos de desempeño en todas las organizaciones en las que laboremos.

Enlazado con lo anterior, este refuerzo tiene que ir encadenado a una cruzada de todas las facultades de ingeniería del país, por la ética laboral. Este punto es algo que se debe inculcar desde que ingresan los y las jóvenes a las universidades. Una persona que tenga un código de ética bien cimentado, con seguridad complementará su éxito profesional. De esta manera se controlará eficazmente la corrupción rampante que en tantas ocasiones ha afectado nuestra profesión.

En el país están dadas todas las condiciones para el éxito de nuestros profesionales: inversión extranjera y unos ‘vientos’ de paz que nos impulsan a todos a seguir construyendo el país que soñamos. Además, en nuestras manos está, literalmente, el apoyar las locomotoras del crecimiento económico del Gobierno para vigorizar la generación de empleo, el desarrollo y riqueza.

Para terminar, quiero recordarles a todos mis colegas que somos contribuyentes estratégicos en este despegar del país y que seremos nosotros quienes tendremos a Colombia ‘en obra’ en los próximos cinco años.

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