Infraestructura para la paz

Actualmente, Colombia afronta un proceso histórico de reconciliación y transformación social con la terminación del conflicto interno más antiguo de Occidente, donde se debe garantizar el mayor número de condiciones que contribuyan al cumplimiento de cada una de las metas trazadas para el inicio del posconflicto.

Lo anterior, no es únicamente una tarea de tipo gubernamental y político sino de orden multidisciplinar donde la ingeniería tiene un papel fundamental en la transformación y construcción de una nueva Nación.

Con la planeación y desarrollo de los proyectos de cuarta generación (4G), se estima la creación de aproximadamente 200.000 puestos de trabajo directo e indirecto, lo cual representará una reducción a largo plazo de 1% en la tasa de desempleo del país según el Servicio Nacional de Aprendizaje.

Adicionalmente, se calcula que el PIB tendrá un crecimiento de 1,5% durante la construcción de los diferentes corredores viales. Lo anterior es un aporte significativo de la ingeniería en la creación de condiciones que faciliten el desarrollo de políticas públicas, inversión, planeación social, entre otros.

También debemos considerar la inversión en infraestructura como generador de desarrollo. La existencia de nuevas carreteras permite el fortalecimiento de la cadena de suministro para las industrias, las cuales contarán con mayores facilidades desde el transporte de materias primas hasta la salida a comercialización del producto terminado, beneficiando directamente la competitividad de productores dentro del país. Es importante considerar que al rededor de 80% de mercancías en Colombia se transporta por carretera y que la actividad del transporte tiene un peso significativo en el costo final de los productos terminados.

Igualmente, la ingeniería en el marco del posconflicto tiene la capacidad de mejorar las condiciones de acceso a commodities a partir de la modernización de la situación actual de la red vial nacional. Por medio de nuevas especificaciones técnicas en velocidad de diseño, pendientes longitudinales y trazados más seguros, el usuario de los diferentes corredores tendrá una percepción de distancia menor entre un punto origen y destino. En el caso de las vías 4G se contará con capacidades significativas por medio de trazados en doble calzada y velocidades de diseño de 80Km/h exceptuando ciertos tramos con condiciones técnicas especiales. Sin lugar a dudas, con la puesta en marcha de las vías 4G se crearán nuevas facilidades de acceso a bienes y servicios en las comunidades de las zonas de influencia de los diferentes proyectos.

De acuerdo a lo anterior, vale la pena aclarar que en Colombia existen zonas que no serán beneficiadas directamente por las vías 4G. Estas regiones corresponden a zonas donde el desarrollo de carreteras es mínimo y donde el conflicto armado tuvo lugar durante varias décadas. En ese orden de ideas, la zona Sur y Oriente de Colombia serán con seguridad objeto de próximas generaciones de concesiones viales en miras a recuperar la presencia del Estado en la totalidad del territorio y poner a servicio de la sociedad el conocimiento, avance técnico e institucional del trabajo conjunto entre el Estado y la ingeniería colombiana.