MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Varios locales comerciales del edificio funcionan desde el año pasado. Sin embargo, inversionistas dicen aún no recibir rentabilidades.
Han pasado un poco más de seis años desde que se inició la construcción del primer rascacielos del país, el BD Bacatá. Aunque inicialmente se tenía estipulado que las primeras entregas de la obra serían en 2015, los líos entre BD Promotores, desarrolladora del proyecto, y los inversionistas continúan: mientras que la empresa asegura que ya se entregó 90% de la edificación y los locales comerciales, los accionistas afirman que aún no reciben rentabilidades.
Todo comenzó en 2009 cuando los promotores del proyecto junto con la empresa Acción Fiduciaria desarrollaron un modelo de crowdfunding inmobiliario para que varios inversionistas compraran un derecho fiduciario (FiDis), que les permitiría recibir rentabilidades cuando se entregara la obra.
Pese a que en su momento se dijo que en 2015 se verían las primeras utilidades, BD Promotores fue informando a través del tiempo sobre los posibles retrasos en algunas ruedas de prensa y comunicados.
Es por eso que a hoy, la megaconstrucción que cuenta con más de 115.000 metros cuadrados, 216 metros de altura, 117 oficinas, 405 apartamentos, 700 plazas de parqueadero y cerca de 6.500 metros cuadrados comerciales, ya tiene en funcionamiento el primer piso y varios locales comerciales.
Pero ¿por qué los accionistas aún se siguen quejando por las demoras y el retorno de las rentabilidades? Uno de los inversionistas, quien pidió reservar su nombre, habló con LR sobre la situación. “Siguen las demoras y la gente de BD Promotores dice que faltan algunas mejorías en los acabados del proyecto. En teoría, se dijo que la rentabilidad de los locales comerciales se empezaría a producir en 2015, pero ya han pasado tres años y a hoy no se recibe ningún peso. No tiene sentido que se hayan demorado tanto”, señaló.
Ante esta situación, días atrás Luis Arranz, director de BD Promotores, argumentó que “se realizaron encuentros y ruedas de prensa para informar a los inversionistas sobre los retrasos de la obra y las posibles demoras por cuestiones de derechos de construcción”, a lo que agregó que: “para 2015 fueron citados 80% de los inversionistas. Se les habló de las mejoras del hotel, los espacios comunes y un par de inconvenientes de obra”.
Aunque meses atrás el directivo reconoció las demoras, también aclaró que al cierre de 2017 los inversionistas estarían viendo la magnitud y ganancias de la primera megaconstrucción de Colombia.
Es por eso que ante este pronunciamiento, los accionistas de los derechos fiduciarios se siguen quejando, pues, según ellos, a hoy Acción Fiduciaria no ha entregado un balance sobre cuándo se recibirán las ganancias".
Ellos, en el último informe que entregaron aclararon que los locales ya están rentando, pero que hasta que el proyecto no sea entregado formalmente no se hará una asamblea que defina cómo se repartirán los rendimientos”, señaló a LR Camilo Ramírez, abogado apoderado de varios inversionistas.
Ramírez resaltó que ante esta situación los accionistas están evaluando una posible retractación en el contrato. Sin embargo, aclaró que como la obra ya sobrepasó el punto de equilibrio la empresa dice que no se puede devolver la inversión.
“Se puede observar que la zona comercial está ocupada y se están apagando los cánones de arrendamiento. Puntualmente, a los inversionistas se les dijo que tan pronto esté el 100% llegarán las utilidades. Sin embargo, nosotros no vemos cuando se entregarán los proyectos”, indicó Ramírez, quien resaltó que BD Promotora ha manifestado que van en más de 90% de los avances mientras que Acción Fiduciaria, en otro informe, aclaró que están en 70%.
Frente a este lío en los FiDis de los inversionistas, Francisco Suárez, experto en infraestructura, señaló que el edificio BD Bacatá fue una apuesta arriesgada teniendo en cuenta las características de la edificación y el modelo de negocio. “Los derechos fiduciarios, sin duda, estuvieron mal planeados desde el comienzo del proyecto”, manifestó el experto.
Las marcas que ya abrieron
Entre las marcas que ya hacen presencia en el edificio BD Bacatá, el más alto del país, destacan algunas compañías como Crepes & Waffles, Beer, Huawei, Óptica Alemana, Xuss, Carulla, Café Quindío, T4, Martín Vidal, Clínica Marlon Becerra, Carbone Bags o Tecfit, entre otras.