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Este proyecto beneficiará a 420.000 personas en el noroccidente de Medellín.
Con un avance de obras superior a 25% en la nueva línea P del sistema Metro de Medellín, la construcción del Metrocable a Picacho progresa a buen ritmo en el noroccidente de la ciudad y estaría listo para su operación en julio de 2019.
De esta manera, la obra que proyecta ser el cable de mayor capacidad en su tipo en el mundo para el servicio de transporte urbano, avanza en la compra de los 337 inmuebles necesarios para la intervención en esta zona de Medellín, la cual beneficiará a más de 420.000 habitantes de las comunas Castilla y Doce de Octubre.
En el proceso de intervención, más de 62 % de las familias ha sido notificada y 173 hogares ya aceptaron la compra de sus viviendas para continuar con las obras que tienen una inversión total estimada de $298.532 millones.
En la construcción se interviene la estación Acevedo y se terminarán tres nuevas: Sena, Doce de Octubre y Pedregal, con las cuales se estima que diariamente se movilicen en este sistema unas 36.000 personas en promedio.
Las nuevas cabinas representan un avance tecnológico respecto a las que operan en la actualidad en las líneas J y K de San Javier y Santo Domingo, respectivamente, ya que son más grandes y de mayor capacidad en relación con estos cables. Cada una tendrá capacidad para 12 personas y su ensamble se realiza en Francia.
A su vez, contarán con tecnología más silenciosa y que ocupa menos espacio con respecto a sistemas similares y se moverán a una velocidad promedio de 5,5 metros por segundo, a diferencia de las líneas ya existentes, que circulan a una velocidad de 4,5 metros por segundo, de acuerdo con información de la Alcaldía de Medellín. Así, el recorrido total se haría en poco más de 11 minutos.
Sobre los trabajos, Paula Andrea Palacio, secretaria de Infraestructura Física, expresó: “es uno de los proyectos estratégicos más importantes de movilidad sostenible del plan de desarrollo. En la estación Acevedo, que es la de mayor complejidad, avanza de manera satisfactoria”.
Otro frente de trabajo que inició el Metro en el sistema fue el mantenimiento anual de los cuatro metrocables activos en los que se realizan pruebas de frenado, aceleración, desaceleración y verificación de sistemas, entre otros controles.